La eficiencia operativa será igualmente importante para maximizar la rentabilidad.
El mundo del transporte de carga está en constante evolución, impulsado por cambios económicos globales, avances tecnológicos y expectativas cambiantes de los consumidores. Helene Hofman, responsable de Comunicación con el Cliente de Maersk, consideró cinco tendencias que darían forma al transporte de carga en 2024 y más allá.
Para la directiva de la empresa internacional de cargas, la primera sería más capacidad, pero con volatilidad en la demanda. La industria del transporte y la logística se enfrenta a una combinación difícil de demanda decreciente de carga junto con una capacidad creciente.
La Asociación Naviera Internacional (Bimco) calculó que los volúmenes mundiales de contenedores aumentarán entre 3% y 4% en 2024, mientras que la flota oceánica mundial crecerá 7,8% hasta alcanzar un récord de 2,7 millones de TEU. Mientras tanto, la demanda de transporte de carga aérea sigue siendo tibia, aunque la capacidad aumentó hasta 9% en 2023.
El resultado de este escenario para los transportistas es una mayor competencia. La lealtad del cliente puede flaquear, lo que significa que deben trabajar más para diferenciarse en el mercado, por ejemplo a través del servicio al cliente y servicios de valor agregado.
La eficiencia operativa será igualmente importante para maximizar la rentabilidad. Al mismo tiempo, las tarifas seguirán viéndose afectadas a medida que los transportistas compitan por un grupo más pequeño de carga.
Otra tendencia será el cambio climático y las tensiones geopolíticas. Los “cisne negro” fueron una de las claves para los transportadores en 2023. En 2024, la atención se alejará de los eventos aleatorios e inesperados y se centrará en las fuerzas disruptivas del cambio climático y el malestar geopolítico, que pueden afectar el suministro de recursos, cortar rutas de transporte, interrumpir la producción y aumentar los costos.
Las investigaciones muestran que los desastres naturales como sequías, huracanes e incendios forestales son cada vez más frecuentes. En 2023, por ejemplo, los bajos niveles de agua afectaron el tráfico a través del Canal de Panamá, así como el río Yangtze en China y el Rin en el interior de Europa.
Además, las tensiones globales y los conflictos en todo el mundo (existentes como emergentes) tienen el potencial de afectar las operaciones y las inversiones de la cadena de suministro. Como señala la Economist Intelligence Unit, las inversiones en cadenas de suministro se adaptarán para minimizar los riesgos políticos.
Esta situación consolida la necesidad de que los transportadores den prioridad a la agilidad, la flexibilidad y la visibilidad para estar preparados para anticipar los desafíos y estar equipados para afrontar las interrupciones de la cadena de suministro de forma rápida y eficaz.
Mercado desafiante
En tercer lugar estará la consolidación empresaria. El mercado de fusiones y adquisiciones en el sector del transporte de carga ha estado cada vez más activo desde el inicio de la pandemia y no hay signos de desaceleración en 2024. Tras una serie de adquisiciones dentro de la industria, The Loadstar predijo que esto será » un año de consolidación’.
En un mercado desafiante, el nivel de consolidación de los transportistas independientes más pequeños probablemente alcance nuevos máximos. Por un lado, las empresas sin un nicho tendrán dificultades para alcanzar a sus contrapartes más grandes y exitosas y carecerán de fondos para inversiones clave. Por otro, las más grandes aprovecharán para adquirir competidores y sus cuentas.
Además, se pondrán a prueba los compromisos con la sostenibilidad, ya que 2024 será un año importante para la sustentabilidad y la descarbonización del transporte y la logística. En la Unión Europea entran en juego nuevos requisitos de presentación de informes y divulgación, y otras jurisdicciones están en camino de seguir su ejemplo. También se espera que la Organización Marítima Internacional examine más de cerca las especificaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo.
Cada vez más, las empresas se comprometen a mejorar la sostenibilidad de sus cadenas de suministro. El estudio de directores ejecutivos más grande del mundo sobre sustentabilidad realizado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Accenture confirmó que casi la mitad de los directores ejecutivos ahora ven la responsabilidad de la cadena de suministro como parte de su estrategia de sustentabilidad.
Lo que queda por ver es si se podrá mantener el impulso en un entorno empresarial difícil. ¿Aceptarán los clientes los costos adicionales de la logística sostenible y los transportadores darán prioridad a trabajar con transportistas y agentes comprometidos con mejorar la sostenibilidad?
Digitalización y futuro
La última tendencia será la imprescindible digitalización. Los transportadores digitales no han estado a la altura de las expectativas iniciales sobre su potencial. En cambio, en 2023 la mayoría tuvo dificultades para crecer y mantener su rentabilidad. Sin embargo, lo que ha salido a la luz es la gran importancia que tiene la digitalización para todos los transportistas.
Ya sea inspirados por los transportadores digitales o impulsados por las demandas de los clientes y la necesidad de una mayor visibilidad, cada vez más transportistas tradicionales están invirtiendo en soluciones tecnológicas avanzadas.
En los últimos años, muchos hemos implementado capacidades de “seguimiento y localización” y estamos poniéndonos al día cada vez más con el uso de las plataformas que ofrecen los reenviadores digitales. Es probable que esto continúe a medida que se reconozca la necesidad de ofrecer los mejores servicios digitales posibles para conseguir nuevos clientes y conservar los existentes.
Las herramientas digitales también son clave para maximizar la capacidad para anticipar y responder a las crisis, así como para permitir una mejor toma de decisiones y la optimización para la sostenibilidad. La digitalización tiene un costo, pero la mayoría de los actores de la industria coinciden en que es imperativa. Según una investigación de Accenture, 76% de las empresas de transporte y logística sintieron que no centrarse en desarrollar capacidades digitales “pondría en grave peligro su negocio”.
2024 será un año de importantes desafíos para los transportistas. Tendrán que soportar la incertidumbre económica, la inestabilidad política y la disrupción tecnológica. Al mismo tiempo, existirá la posibilidad de beneficiarse de nuevas oportunidades, en el ámbito de la tecnología, como en el de la sostenibilidad. A través de inversiones estratégicas, planificación cuidadosa y la resiliencia, pueden maximizar su potencial de éxito.
Fuente: Prensa de Expotrade