Estiman que las exportaciones se mantendrán en niveles elevados, producto de los precios internacionales. Y no descartan eventuales restricciones a las importaciones por las dificultades del BCRA para acumular reservas

En mayo, debido a un fuerte salto en las importacionesel superávit comercial se redujo a u$s356 millones. Así, acumula un saldo positivo de u$s3.196 millones en los primeros cinco meses del año, un dato que se ubica casi un 44% por debajo del mismo período de 2021. Con un escenario marcado por los altos precios internacionales y las dificultades del BCRA para acumular reservas en el plano local, distintas consultoras prevén que 2022 cerrará con un superávit cercano a los u$s10.000 millones.

Es que, tal como reseñaron desde Abeceb, se espera que el segundo semestre continúe mostrando un saldo comercial positivo: “Y el año cerraría con un superávit en torno a los u$s10.000 millones, como consecuencia de exportaciones e importaciones que rondarían los u$s88.200 y u$s78.500 millones, respectivamente”.
Por su parte, desde LCG proyectaron un superávit comercial “en torno a los u$s11.000 millones para este año”, y destacaron que se trataría de un 23% inferior al alcanzado en 2021. El año pasado, según los datos oficiales, la balanza cerró con un saldo positivo de u$s14.750 millones, lo que a su vez representó un 17% más que en 2020.“Sin embargo, a pesar del importante ingreso de divisas por la vía comercial, el BCRA está enfrentando serias dificultades para acumular reservas, dada la creciente demanda por turismo, la cancelación de préstamos financieros y el atesoramiento privado -además del alto nivel de importaciones-“, remarcaron desde Abeceb, y detallaron: “Por este motivo esperamos que, de ser necesario, el Gobierno vuelva a aumentar las restricciones a las importaciones -tal como dejaron ver Cristina Kirchner y Daniel Scioli en declaraciones recientes-, mediante la coordinación del tridente BCRA, AFIP y Ministerio de Desarrollo Productivo”.

Desde la firma señalaron que es probable que se restrinja, en este escenario, la compra de Bienes de Consumo no tan necesarios para el nivel de actividad y con sustitutos locales, “pero que explicaron el 11% de las compras externas en lo que va de 2022”.

En tanto, tal como analizaron desde LCG, a pesar que durante lo que queda del año se espera un nivel elevado de importaciones, producto de mayores precios internacionales, “las mismas estarán condicionadas por el total exportado, de manera que el nivel de absorción interna no afecte la acumulación de reservas”.

“El hecho de que los precios de las exportaciones sigan en niveles elevados da aliento a que el control de importaciones pueda moderarse, pero la imposibilidad del BCRA de acumular reservas en estos meses hace pensar que el grifo de dólares podrá cerrarse de cualquier manera. A su vez, la típica estacionalidad de las ventas al exterior, sumada a las mayores compras de energía típicas de los meses de invierno, auguran que los próximos meses serán por lo menos desequilibrantes”, subrayaron desde LCG.

Qué puede pasar en los próximos meses

Al analizar lo que puede ocurrir en materia de intercambio comercial para los próximos meses, desde Ecolatina señalaron que “los problemas logísticos por el faltante de gasoil y las distorsiones que genera una brecha cambiaria en niveles elevados, podrían haber afectado la estacionalidad en la comercialización de algunos productos del agro”. “En tal sentido, no descartamos que las exportaciones persistan en estos niveles incluso ya finalizada la cosecha gruesa”, remarcaron.

“A su vez, pese a un eventual fortalecimiento del dólar frente a la postura más agresiva de la FED, esperamos que los precios internacionales de los commodities se mantengan en niveles altos en el mediano plazo favoreciendo el desempeño de nuestras exportaciones provenientes del agro”, agregaron desde la consultora.

De todas formas, el foco estará puesto en la acumulación de reservas y, por ende, en las importaciones. “Pese a que se estima que la Balanza Comercial arrojará un saldo considerablemente positivo en 2022, la dinámica luce desafiante para lo que resta del año con un BCRA al que le cuesta comprar divisas y unas importaciones en ascenso: desde enero hasta mayo no hubo ni un solo mes en el que las importaciones hayan crecido menos que las exportaciones. Dicha tendencia parecería acentuarse en los próximos meses en el marco de una mayor demanda estacional de energía y faltante de combustibles”, concluyeron desde Ecolatina.

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