El pronóstico, basado en un modelo de simulación económica global, fue realizado por la Secretaría de la Organización Mundial del Comercio ( OMC) en una nota publicada hoy.
De acuerdo con el mismo modelo, la crisis podría reducir el crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial en entre 0,7 y 1,3 puntos porcentuales para ubicarlo en entre 3,1 y 3,7 por ciento en 2022.
El conflicto ha elevado los precios de los alimentos y de la energía y ha reducido la disponibilidad de los bienes exportados por Rusia y Ucrania, destacó la Secretaría.
Tanto Rusia como Ucrania son importantes proveedores de productos esenciales, principalmente alimentos y energéticos, de acuerdo con la nota.
Los dos países suministraron alrededor del 25 por ciento del trigo, el 15 por ciento de la cebada y el 45 por ciento de las exportaciones de productos de girasol a nivel mundial en 2019. Sólo Rusia representó el 9,4 por ciento del comercio mundial en combustibles, incluyendo una cuota de 20 por ciento en exportaciones de gas natural.
Rusia es uno de los principales proveedores mundiales de paladio y rodio, los cuales son elementos cruciales en la producción de convertidores catalíticos para automóviles. Por otra parte, la producción de semiconductores depende en gran medida del neón suministrado por Ucrania. La interrupción en el suministro de estos materiales podría golpear a los fabricantes de automóviles en un momento en el que la industria apenas se está recuperando de la escasez de semiconductores, destacó la OMC.
Europa, el principal destino tanto de las exportaciones rusas como de las ucranianas, podría sufrir el mayor impacto económico. Los envíos reducidos de granos y otros productos alimenticios también inflarán los precios de los bienes agrícolas.
África y Medio Oriente son las regiones más vulnerables debido a que importan más del 50 por ciento del cereal que necesitan de Ucrania y Rusia. En total, 35 países de África importan alimentos y 22 importan fertilizantes procedentes de Ucrania, de Rusia o de ambos.
Algunos países de África subsahariana enfrentarán potenciales alzas de entre 50 y 85 por ciento en el precio del trigo como consecuencia del efecto de la crisis en los envíos de grano, indicó la nota.
“Es probable que la crisis actual agrave la inseguridad alimentaria internacional en un momento en el que los precios de los alimentos ya se encuentran en máximos históricos debido a la pandemia de COVID-19 y a otros factores” , advirtió.
Fuente Xinhua