El economista estrena cargo como responsable del organismo internacional ICC para las Américas y habla sobre la actualidad del sector
El extenso currículum de Marcelo Elizondo muestra que su carrera como especialista en comercio internacional sigue en expansión. Ahora dio un paso que va más allá de la frontera para asumir la dirección del capítulo americano de la Cámara de Comercio Internacional (ICC por sus siglas en inglés), que rige y coordina a los comités nacionales de la entidad en todo el continente. La organización tiene un asiento en las Naciones Unidas, con voz pero sin voto y está presente en 170 países en el mundo. “Tiene distintas funciones”, comenta Elizondo. “Una de ellas es hacer sentir la voz del sector privado en las grandes discusiones globales relativas a la economía”.
Como asociación mundial, representa al sector privado ante organismos como las Naciones Unidas, el FMI y la Organización Mundial del Comercio. Hace 3 años que Elizondo dirige la oficina argentina de ICC, en la Cámara de Comercio y Servicios. El capítulo local de la organización tiene más de 100 empresas y entidades gremiales empresariales afiliadas que participan de distintas comisiones, entre ellas la de comercio e inversiones internacionales, de marketing, de ambiente y sustentabilidad, entre otras. “Es interesante porque quienes forman parte de una comisión están en contacto con miembros de la misma comisión pero en los otros países del mundo”, dice el economista.
Agrega que “en lo profesional estoy involucrándome en ver cómo están funcionando los negocios internacionales en el planeta, que están con un grado de sofisticación mucho mayor que el que vemos en la Argentina”.
–¿Podría dar un ejemplo concreto sobre la función de ICC y su importancia para el sector privado?
–Hoy el mundo esta discutiendo temas como las regulaciones ambientales. A través de ICC el sector privado puede participar en las discusiones ante los organismos internacionales, por ejemplo. Se trata de tener una representación para mejorar las condiciones del intercambio. Además cuenta con un servicio de arbitraje entre empresas que no quieren ir a la justicia, ya que cuenta con una corte mundial con sede en París para ayudar a resolver controversias entre privados.
–¿Cuál ha sido una de las últimas acciones de ICC?
–Hay un programa de las Naciones Unidas impulsado por ICC para aprobar una la ley común que promueva la digitalización de todo el comercio internacional. Esto requiere de la aprobación de cada país. Algunos como Paraguay ya están lo tienen en marcha, otros como Uruguay están avanzados y hay países como la Argentina, que están muy retrasados. También existe el carnet ATA, también impulsado por ICC, para que se puedan hacer importaciones temporarias sin trámites ni exigencias burocráticas. Por ejemplo, en el mundial de Qatar se usó este carnet para importaciones que serían por aproximadamente un mes.
–¿Cómo ayudan a las empresas en la Argentina?
–Les prestamos asistencia directamente, para que mejoren su capacidad competitiva. Hay mucha asistencia técnica para que las compañías puedan cumplir con los nuevos estándares internacionales, ya que constantemente van cambiando o creciendo. Por ejemplo, si se quiere exportar a la UE hay que cumplir estándares ambientales, sanitarios, de seguridad; hay tener buena información y adaptarse.
–¿Hay alguna preocupación puntual en la Argentina?
–En el sector vitivinícola, porque la OMS puede llegar a pedir que se haga campaña para prevenir sus efectos perniciosos. De ser así, la ICC se pone en contacto con la OMS y empieza a bajar las inquietudes que llegan a través de organizaciones representativas de cada país para aclarar los temas. También prepara a las empresas para competir con los nuevos estándares. Cada vez se pide mas información sobre si usaste pesticidas o produjiste en zonas desforestadas, por ejemplo. ICC provee toda la información y ayuda a cumplir los estándares para que las empresas no se queden afuera de los mercados. Hay que conocer la normas y saber adaptarse.
–Algunos de estos estándares sobre todo las agroecológicos, ¿no funcionan como barreras no arancelarias?
–En algunos casos claramente hay excesos. Por eso vamos a los organismos internacionales para que podamos hacer oir la voz del sector privado. También hay exageraciones ideológicas o regulaciones que surgen de lobbys. Es muy importante poder tener una voz. Hay mercados como los europeos que se están poniendo muy exigentes, y otros como los asiáticos, que son menos demandantes. Esta es una de las razones que explican el Brexit: Europa está poniendo muchas barreras.
–¿Qué más se está haciendo desde la organización?
–Estamos impulsando una alianza con el BID para poder entrar a ConnectAmericas, una plataforma virtual para que las empresas puedan contactarse entre ellas. Desde allí las compañías se relacionan para buscar información o hacer negocios. Hay cada vez mas plataformas digitales de promoción de negocios y queremos impulsar su desarrollo.
–¿Promueven el contacto entre empresas de distintos países?
–Sí, ahora estamos con empresas israelíes que buscan proveedores argentinos, por lo que los hemos puesto en contacto. Es un mercado con muchas exigencias, que hay que conocer.
–¿Cuáles son los países mas accesibles para el exportador argentino?
–Depende del perfil de la empresa, Si sos una pyme sin tanto volumen exportador, mirar a la región es más sencillo. Paraguay, por ejemplo, es un país abierto y dinámico. También está Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, Ecuador, incluso Brasil, en la región sur. Lo que hay es volúmenes de negocios más chicos. Sudamérica apenas genera el 3% del comercio mundial, pero exportar a Latinoamérica es mas sencillo, por las normas, entre otras cosas. La Argentina es un país conocido, con buena reputación desde el punto de vista productivo. Incluso hay beneficios arancelarios con muchos de estos países, también por el Mercosur.
–No hay tantas empresas grandes en la Argentina
–En nuestro país hay 9000 empresas exportadores, pero solo 60 que exportan por mas de US$100 millones por año. Por eso, si tuviera que pensar exportar a Asia, más que a China, que exige grandes volúmenes de producción, creo que conviene dirigirse a Malasia, Indonesia, Filipinas, Vietnam o Taiwán, entre otros.
– ¿Cuáles son las claves para tener éxito en el mercado internacional?
–Primera, la inteligencia para elegirlo, la segunda es la preparación o la adaptación técnica y la tercera es la promoción.
–¿Cómo es el tema de las empresas que exportan desde otros países para ahorrarse trámites, trabas y costos en la Argentina?
–Pasa muchísimo. Hay muchas empresas argentinas que no se van del país, pero toda nueva inversión la hacen afuera porque hay menos problemas de previsibilidad, de tipos de cambio y de acceso a insumos importados. En la Argentina se les hace muy difícil. Además, en el exterior, este país genera sospechas y desconfianza, no hacia quienes venden sus productos directamente, sino por las reglas cambiantes que pueden llevar a que no se llegue a cumplir con el cliente. Esto es una mochila muy importante que tienen las empresas.
– Además, si ingresan productos desde países como Uruguay, Brasil o Paraguay tiene arancel cero
–Sí, es así. Pero todas estas cuestiones que hacen que no se pueda importar o exportar desde la Argentina, por la imposibilidad de comprar insumos en el exterior para la producción, debería normalizarse.