El conflicto bélico en Medio Oriente provocó una significativa reducción en la venta de bienes a la nación de mayoría judía
La guerra entre Israel y Hamás , luego de la incursión del grupo extremista fuera de la
Franja de Gaza , generó un importante impacto en las exportaciones argentinas al país de mayoría judía.
El ataque del 7 de octubre a distintos kibutz israelíes cercanos a la frontera con el enclave palestino desató un importante conflicto bélico, que profundizó la inestabilidad en la región y también causó hondo impacto en la crisis humanitaria de los gazatíes.
Con este nuevo recrudecimiento de la violencia en Medio Oriente, las exportaciones argentinas a Israel sufrieron una importante caída en la comparación interanual de octubre.
En ese mes de 2022, el intercambio comercial con la nación judía había sido de 32,52 millones de dólares: 16,45 correspondieron a importaciones desde el país asiático y 16,07
exportaciones desde la Argentina.
En octubre pasado, cuando se inició la guerra, el vínculo comercial fue de 24,07 millones de dólares y la caída tiene como principal explicación la reducción en los bienes enviados desde el país sudamericano: mientras Israel vendió 17,01 millones de dólares, la Argentina apenas envió productos por 7,06 millones.
En los anteriores meses del año, únicamente en mayo había habido balanza comercial negativa: el resto del 2023 había sido ampliamente favorable para la Argentina.
Hasta fines de octubre, últimos datos disponibles en el sistema de Comercio Exterior del INDEC, el intercambio comercial con Israel había alcanzado los 451,86 millones de dólares, con un saldo positivo para la Argentina de 137,52 millones.
El principal producto comprado por los israelíes es la carne bovina deshuesada, ya sea fresca o congelada: la suma de ambos productos acumula en el año un total de 204,58 millones de dólares.
Maíz en grano y maníes preparados o conservados son otros de los productos primarios que se destacan en las exportaciones a Israel.
En tanto, desde la nación asiática se envían herbicidas; polietileno; aparatos interruptores, seccionadores y conmutadores; accesorios de plástico para tuberías; y fracciones de la sangre preparadas como medicamentos.
Fuente: Noticias Argentinas