Según la presentación judicial, estas firmas sobrefacturaban el valor de los fletes para fugar divisas al exterior al tipo de cambio oficial. A partir de la denuncia, la declaración de los fletes bajó de 411 a 190 millones de dólares. Las apuntadas en la causa son firmas grandes: MSC, Hamburg Sud, Hapag Lloyd y CMA. En la Secretaría de Comercio sospechan que los importadores -desde automotrices hasta textiles o alimenticias- que usan estos servicios son “cómplices” de las transportistas.
La Dirección General de Aduanas (DGA), el organismo que conduce Guillermo Michel, eligió ponerle el rótulo de “rulo importador”. La maniobra es importar bienes o servicios, declarándolos muy por encima de su valor real, para fugar dólares al tipo de cambio oficial. “Con la sobrefacturación que se realiza, prácticamente sale gratis pagar algunas importaciones, pues con los dólares que se dejan afuera todo se paga solo”, cuenta una fuente privada del comercio exterior.
La denuncia de la DGA, realizada en septiembre pasado, logró el efecto deseado: que “se acabara la joda”, o que se facturen valores reales. Ese mes, los pedidos de dólares para pagar fletes superaron los 411 millones de dólares, exactamente u$s 411.290.242. Mientras que para abril llegaron a u$s 190.774.64, una merma superior al 53%.
De acuerdo a la única nota publicada sobre el tema hasta ahora, en el portal de Ámbito Financiero, la maniobra fue realizada por una multinacional automotriz y habría significado un giro ilegítimo de divisas por u$s 2,6 millones. Sin embargo, según constató Minuto de Cierre con fuentes judiciales, la gran fuga de dólares la realizaron las compañías de transporte marítimo más grandes, todos multinacionales.
Estas firmas son Mediterranean Shipping Company, conocida por su sigla MSC y el servicio de cruceros; Hamburg Sud; Hapag Lloyd y CMA. “La maniobra era generalizada, a tal punto que luego de la denuncia realizada por la Aduana el costo de los fletes bajó rápidamente de u$s 411 millones mensuales -en septiembre- a u$s 252 millones durante enero”, apuntó un funcionario clave. “Los mismos importadores que se quejan de la falta de dólares son cómplices de las transportistas que traen sus mercaderías desde el exterior”, agregó la misma fuente.
A partir de ello, en una muestra de coordinación, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) cambió la normativa para el pago de fletes al exterior. El 20 de abril, mediante la Comunicación A 7746, fijando condiciones muy específicas para “dar acceso al mercado de cambios a clientes antes de los 60 días corridos desde la fecha de aprobación de la declaración SIRASE”, que es la autorización de dólares oficiales para una importación de servicios.
En tanto que, mediante una comunicación -la 7789- del 9 de junio último, el BCRA afinó el control, desdoblando el código de importación S02 (servicios de fletes) en S30 (por operaciones de importaciones de bienes) y S31 (por exportaciones de bienes). De alguna forma, buscando cerrar el control no sólo contra los transportistas marítimos, sino también sobre sus clientes, “cómplices” o “socios” según la percepción de Aduana y la Secretaría de Comercio.
Fuente: Minuto de Cierre