Según el resumen, si bien el monto de divisas destinado a ese fin cayó, el volumen de compras al exterior subió levemente (0,8%), pero los precios de los bienes y servicios bajaron levemente (1,1%).

La última vez que se había producido un descenso en las importaciones había sido en octubre de 2020, durante la pandemia de coronavirus. En ese momento, en el marco de un intercambio comercial reducido por las restricciones sanitarias y de funcionamiento de la economía, la baja interanual había sido de 2,8%. A mediados de este año, con el crecimiento de la actividad y la consiguiente mayor demanda de insumos para la producción, la importación había crecido a un ritmo de 45-50% anual.

El detalle señala que los bienes intermedios cayeron, 11,4% interanual; combustibles y lubricantes, 9,2%; y bienes de consumo, 1,2%. Por otra parte, se incrementaron las importaciones de vehículos automotores de pasajeros, 20,0%; piezas y accesorios para bienes de capital, 17,1%; y bienes de capital, 12,0%.

El desglose sugiere que el nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) que el gobierno implementó en octubre frenó la llegada de artículos finales y en cambio privilegió la de máquinas y herramientas para la producción. También ayudó fuertemente la caída en las importaciones de gas y petróleo, que bajaron U$S 154 millones con relación al mes pasado. En vehículos, sin embargo, siguió la tendencia creciente.

En cambio, las exportaciones volvieron a tener signo positivo y crecieron 14,5% con relación al mismo mes del año pasado: U$S 7.089 millones. “Todos los rubros registraron variaciones positivas: manufacturas de origen agropecuario (MOA), 18,9%; productos primarios (PP), 14,8%; manufacturas de origen industrial (MOI), 11,8%; y combustibles y energía, 3,9%”, señaló el informe oficial.

Con estos números, el superávit comercial en los primeros once meses del año ya es de U$S 5.800 millones, menos de los U$S 14.379 millones del mismo lapso del año pasado. Lo llamativo es que el intercambio comercial argentino (la suma de compras y ventas al extranjero) ya fue entre enero y noviembre de casi U$S 159.000 millones y supera todos los guarismos de la última década, lo que da una idea del grado de apertura de la economía en relación a años anteriores.

Aun así, el gobierno sigue dando señales de que marchará hacia una administración más fuerte del comercio exterior. De hecho, el plazo de acceso a las divisas es uno de los elementos de negociación que se pusieron sobre la mesa a la hora de suscribir acuerdos de precios.

En ese sentido, el ministro de Economía, Sergio Massa, defendió ese esquema y la introducción del SIRA. “En el SIMI (el anterior sistema informático para tramitar importaciones) muchos tenían hasta siete veces reiteradas las solicitudes. Ahora, con planificación, nadie va a tener problemas de disponibilidad de divisas”, sostuvo.