El Gobierno dejó deslizar el tipo de cambio en la previa de la apertura de los mercados pero, sobre todo, en el tramo anterior a las PASO
Los dólares para pagarle al FMI
Hay otro aspecto a tener presente: ¿pudo el Gobierno destrabar los desembolsos del organismo? Pareciera que sí. En rigor, el propio ministro Sergio Massa sostuvo anoche que con el Fondo “se acordaron desembolsos para agosto y noviembre” y dijo que “se trata de un número que cubre largamente las expectativas que había para este año”.
Lo fiscal para el FMI, lo cambiario también
Una lectura más que debe pensarse: con las medidas, el Gobierno se compromete a mejorar su desempeño fiscal, parte de la pelea que entabló el organismo y por la cual se sentó arriba de los desembolsos. El ministro Massa mejoraría así las proyecciones de recaudación.
Actividad e inflación
Hay varias lecturas adicionales que tienen un carácter macro. ¿Impacto en lo económico? Probablemente en actividad -se encarecen importaciones vía impuesto- y también en la inflación, aunque esto último podría entenderse en lo inmediato -con carácter especulativo vinculado al valor de reposición- y secundario, con aumentos de segunda ronda a partir de aquellos que incorporen las nuevas cotizaciones como parte de los insumos para luego definir precio en el mercado.
Qué pasará con el MEP
Sabido es también que el Gobierno buscaba mantener su poder de intervención en el mercado del dólar. En los hechos, esto significa utilizar reservas para mitigar la volatilidad en las cotizaciones del dólar financiero y tener poder de control sobre la brecha cambiaria, al menos para que no se expanda aún más.
Según declaraciones del ministro Massa anoche en C5N, esta posibilidad pudo ser negociada. Es decir que el Gobierno seguiría interviniendo en los mercados, con dólares que serían parte del desembolso del FMI, una necesidad de Massa para contar con herramientas que le permitan responder a la especulación.
Por Julián Guarino (Ámbito)