En el pasado la Argentina ha tenido problemas con sus exportaciones de biodiesel a Estados Unidos y a Europa. Ahora se comienzan a reiterar. Europa encara restringir las importaciones del producto basadas, dice, en “una alarmante deforestación” en América Latina, especialmente en la región del Amazonas. Como si Europa misma no hubiera deforestado históricamente su propio continente desde hace siglos. ¿Dónde están los grandes bosques y selvas que había en el pasado en Alemania, en Francia, en Inglaterra? Por ejemplo, el famoso bosque impenetrable de Robin Hood, el Sherwood, hoy tiene apenas 423 hectáreas. ¿Qué queda de la famosa Selva Negra de Alemania?

Excusas aparte, la realidad es que se planea prohibir las importaciones de biodiesel en base a la producción de soja desde el próximo año. Esto representa para la Argentina la pérdida de unos US$ 1.700 millones al año. Al mismo tiempo tienden a proteger el producido a partir de la colza que se cultiva en Europa.

Hace diez años la Unión Europea prohibió las importaciones de la Argentina por motivo de la nacionalización de YPF. El país recurrió entonces ante la Organización Mundial de Comercio la cual obligó a U.E. a reabrir el mercado. Por su parte, las exportaciones de biodiesel a Estados Unidos están paralizadas porque el país del Norte aduce que el producto es objeto de subsidios. El monto de lo exportado era por más de US$ 2.000 millones anuales. A pesar de la reducción de los motivos por parte de la Argentina, Estados Unidos sigue sin importar el producto.

Carlos Canta Yoy (Todocomex)

Noticias Relacionadas