En medio de un comercio mundial oscilante, toda la cadena de producción local está impactada con sobreprecios y falta de insumos relevantes; cómo adaptar la operatividad a una infraestructura que no acompaña y desde una ubicación poco favorable

Como pieza motora en las operaciones de comercio exterior, los operadores logísticos enfrentan un abanico de dificultades y, en un contexto en el cual la pérdida de la noción de precios puede “ser paralizante tanto para la oferta como para la demanda”, buscan articular “soluciones progresivas” entre los actores del sector, reclaman que se desentrañen improductivas demoras y reprogramaciones en el Puerto de Buenos Aires y requieren apoyo estatal para que las pymes puedan invertir en tecnologías más eficientes y sustentables, apuntando a ser competitivos.

Mientras diversas entidades exigen soluciones urgentes a las complicaciones que se vienen agravando en la terminal 4, para el retiro y entrega de contenedores, la Junta de Seguridad en el Transporte (JST), junto a la Administración General de Puertos (AGP) difundieron recientemente un estudio que han encarado con equipos técnicos, “para mejorar la seguridad operacional del Puerto Buenos Aires” que contempla “reformas y renovación de infraestructura” e involucra a “todos los actores del transporte que circulan en la zona portuaria y sus alrededores”, aunque no se difundió cuándo comenzarán las obras.

“La problemática que presenta el puerto de Buenos Aires, cada vez con menos protagonismo por la escala, infraestructura, volúmenes y distancias, respecto a otros como el de Santos, en Brasil”, es para Fabián Yannone, presidente de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog), parte de “la realidad incontrastable que afecta nuestra competitividad global”, comenta a La Nacion.

El titular de la asociación que nuclea a profesionales de la logística, menciona la “problemática que presenta el puerto de Buenos Aires, cada vez con menos protagonismo por la escala, infraestructura, volúmenes y distancias, respecto a otros como el de Santos, en Brasil”. Una situación que ha derivado en el rol ascendente del transporte de cargas por carretera, aunque tampoco cuentan con la cantidad de camiones que se necesitan.

Yannone remarca “la necesidad de avanzar rápidamente en el comercio de intercambio regionaldesarrollando un mercado latinoamericano mucho más fuerte y menos dependiente de otras economías” y apuesta a “trabajar sin egoísmos en esa materia pendiente de los gobiernos de la región, de la mano del empresariado, para ser un mercado mucho más fuerte y autoabastecido, para luego ofrecer nuestros productos al mundo”.

En tanto, el director ejecutivo de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), Rafael Rodríguez Roda, considera que el comercio exterior argentino podrá sostenerse y proyectarse cuando pueda “superar dos factores importantes y estrechamente vinculados: el primero, tener bien en claro el panorama de reglamentaciones y los regímenes de importación y exportación para poder planificar durante el año. El segundo es el tipo de cambio que provoca un conflicto en todas esas reglamentaciones aduaneras”.

“Ambos factores se van retroalimentando –añade- y lo que ocurre generalmente es que se hacen nuevas reglamentaciones aduaneras, cuando el tipo de cambio es muy variable. Si hablamos a largo plazo –coincide con Yannone- hay otras variables que inciden en la proyección de las exportaciones, como la infraestructura, los puertos, la licitación de terminales, la política del Mercosur con los países limítrofes, entre otras”.

Oferta y demanda

“Vivimos tiempos de redefiniciones y de una transformación profunda de la operación logística; por eso es fundamental analizar el contexto desde diferentes dimensiones, como los recursos humanos, la sustentabilidad y la tecnología”, subraya Rodríguez Roda y plantea que, como “el 2022 es hasta aquí un año especialmente marcado por el tema costos, es clave abordar desde distintos aspectos la cuestión de la competitividad”.

Yannone agrega que, “cuando comenzó a tener relevancia nuestro sector, hace más de treinta años, superamos crisis de envergaduras impensadas”, pero ahora se da un “principio de asociación de intereses” entre privados y gobierno, como sucedió en las reuniones mantenidas con el secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, y con el ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires, Jorge D’Onofrio, durante la última Expo Logística y Expo Transporte, en La Rural.

El tema “más conversado en esas reuniones, entre empresarios, directivos de entidades y funcionarios del sector, como en las presentaciones y en los pasillos de la feria, fue la abrupta subida de los costos de los procesos logísticos y del transporte en general, y el análisis de variaciones que marcan el rumbo”, acota Carlos Musante, director técnico de Cedol.

Al analizar lo ocurrido durante los primeros siete meses del ejercicio 2022, el experto en logística advierte que “de continuar así, se seguirá perdiendo la noción de precio” y que “esto puede ser paralizante, tanto del lado de la oferta como de la demanda”. Musante señala que en un contexto de “alta inflación generalizada” surge una “distorsión de los precios relativos de los servicios y productos entre sí” y pone como ejemplo a “los neumáticos, que han aumentado cerca del 100 por ciento”.

Subida abrupta

Desde de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), Emilio Felcman introduce la situación local inmersa en una “inflación internacional récord en cuarenta años”, a partir del conflicto entre Rusia y Ucrania, que generó “un shock en el mercado de hidrocarburos y en una parte importante de las commodities alimenticias, profundizando la inflación en moneda dura en las principales economías occidentales, luego de una extraordinaria expansión monetaria y fiscal, como respuesta económica a la última pandemia”.

“En este contexto –analiza el director del departamento Económico y de Costos- se aceleró la nominalidad de inflación en la economía argentina y el aumento de los costos del transporte de carga”. Remarca que en agosto pasado “volvió a incrementarse el combustible en un 6/7 por ciento, situación que prevé una suba acumulada en torno al 80 por ciento”.

Al poner en relieve la importancia del transporte de carga por carretera que “recorre toda la geografía y los diversos corredores del país, representando más del 90 por ciento del total de la carga en la economía” local, advierte que el combustible, “como principal insumo del sector, está llevando a que los costos se ubiquen catorce puntos por encima de la inflación minorista (60,5% índice Fadeeac versus. 46,2% IPC para el acumulado enero-julio 2022)”.

Felcman indica que de mayo a julio pasado, “los rubros que lideraron los costos mensuales en el índice del transporte de cargas, excluyendo los financieros e impositivos, fueron: “Seguros, con un 80,2 %; material rodante, con el 77,5 y combustibles, con un 71,2%”.

El economista de Fadeeac apunta que las fuertes subas de costos y el desabastecimiento vinculado con “camiones, repuestos, neumáticos y material rodante, por nombrar los principales, se deben a la insuficiencia de dólares para cubrir la demanda; a la política cambiaria de minidevaluaciones vigente; a la ampliación de las brechas cambiarias; a las configuraciones de los mercados de neumáticos y equipos, con fuerte presencia de importaciones, y a la incertidumbre en cuanto a costos de reposición”.

Soluciones tecnológicas

En la búsqueda de bajar costos y ganar eficiencia, Carlos Musante observa que para la amplia cadena logística hay “una interesante oferta de soluciones tecnológicas, tanto de automatización como de sistemas de información, hacia las cuales se están orientando inversiones para ganar competitividad. Para ello es necesario un contexto macroeconómico más estable y con facilidades de financiación”, advierte.

La misma observación expone Fernando Balzarini, director general para Latinoamérica y Ceo para Argentina y Brasil, de la consultora alemana Miebach, cuando hace hincapié en la necesidad de que “el Estado colabore con las pymes para llevar adelante estas iniciativas, invirtiendo en proyectos a largo plazo y sustentables”.

Balzarini es uno de los especialistas que acercó a los visitantes de la feria logística realizada en La Rural de Palermo, “las principales tendencias mundiales y las posibilidades de incorporarlas en la industria argentina, para conseguir una transformación sustentable en nuestras operaciones y los pasos que pueden ir dando las industrias locales para acercarse a ese objetivo, renovando las cadenas de suministro y las operaciones logísticas”.

El consultor destaca “el contexto cada vez más sustentable que se da en el mundo desarrollado”, sostiene que “la posibilidad de traer esas herramientas a nuestra región y a nuestro país depende de nosotros, desde lo pequeño hasta lo no tan pequeño” y subraya: “No se trata de enfocarse en un producto, sino en todo un proceso que hay que conectar para planificar, ahorrar y lograr eficiencia”.

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