Mientras define su incorporación a los BRICS, para recibir auxilio de Brasil, a través del Banco Central apunta a ampliar el comercio en monedas locales. Cuál es el avance de las propuestas y el nuevo acuerdo con Uruguay
En el marco de la LXII Reunión de Ministros de Economía y Presidentes de Bancos Centrales del Mercosur, que se desarrolló en Puerto Iguazú, Misiones, el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Pesce, y su par del Banco Central del Uruguay (BCU), Diego Labat, firmaron este lunes una Carta de Intención para fomentar el uso de monedas locales en el comercio.
La iniciativa se enmarca en las distintas herramientas que está buscando implementar la cartera de Economía, para reducir la sangría de dólares, en un contexto de desplome de ingreso de divisas por la sequía, como la utilización de yuanes que ya generó un alivio de u$s 2700 millones.
Mientras, y con la expectativa de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) autorice un desembolso de u$s 6000 millones para descomprimir la presión que ejercen los vencimientos de deuda, el Gobierno busca sumar paliativos.
En ese sentido, el uso de monedas locales en el comercio del bloque, fue eje en la participación del Sergio Massa, titular de Economía, como presidente de la reunión de jefes de entidades financieras, en el marco de la Reunión Ordinaria del Consejo Mercado Común del MERCOSUR.
“Es un tema que está sobre la mesa de trabajo para su evaluación a nivel bloque regional”, indicaron fuentes del Palacio de Hacienda tras el encuentro que apuntó a coordinar el uso de monedas locales en el comercio del bloque.
Entre bancos
En concreto, la Carta de Intención que rubricaron los titulares del BCRA y el BCU, busca que “las operaciones se hagan en moneda local sin pasar por el dólar” y, en consecuencia, apunta a “propiciar el desarrollo de instrumentos financieros de bajo costo” para operaciones que involucren al Peso Argentino y al Peso Uruguayo.
El entendimiento se enmarca en el Sistema de Pagos en Moneda Local (SML), que “constituye un estímulo para la realización de operaciones de comercio exterior”, indicaron desde el Central y explicaron que ambos bancos centrales se comprometieron a trabajar para ampliar las operaciones admitidas.
La herramienta que se encuentra vigente entre la Argentina y Uruguay, permite a los agentes económicos de ambos países familiarizarse con el uso de la moneda del otro origen, además de “promover avances en el proceso de integración económica y fortalecer los vínculos entre las instituciones que firmaron la carta de intención, aumentando la liquidez y la eficiencia del mercado de cambio: Peso Argentino / Peso Uruguayo”.
A través del SML, con este acuerdo, se busca incorporar los pagos relacionados con el comercio de servicios (excepto los pagos referentes a servicios financieros), las transferencias en concepto de ayuda familiar y permitir que la transferencia de recursos pueda ser denominada en Pesos Argentinos o Pesos Uruguayos indistintamente.
Efecto en las importaciones
Las alternativas para reducir el intercambio en dólares tienen como origen la situación cada día más delicada que atraviesan las reservas internacionales que, según distintos estudios, se ubican en el terreno negativo.
Además del futuro de los compromisos de pago internacional, el “rojo” generan incertidumbre sobre el futuro de las importaciones, un factor clave para sostener el nivel de actividad, que ya muestra señales de desaceleración.
El déficit comercial con Brasil alcanzó en junio los u$s 1042 millones, el registro más alto desde 2000. En los primeros seis meses del año, el saldo negativo para la Argentina llegó a u$s 3580 millones.
Déficit comercial con Brasil, récord: las importaciones ‘obligadas’ y el segundo semestre
Según el último informe de ABECEB, junio habría finalizado con reservas netas negativas por casi u$s 5000 millones tras haber alcanzado un stock de u$s7000 millones al cierre de diciembre de 2022.
En ese sentido, indica que “lo más probable es que el Gobierno busque apretar aún más el torniquete importador considerando que en el segundo semestre se viene el fin de la cosecha gruesa”.
El documento no es esperanzador en relación a la ayuda que pueda recibir la Argentina de los BRICS, para la financiación de importaciones desde Brasil, que evitaría la demanda de dólares del BCRA.
“Era esperable debido a una cláusula del banco de los BRICS que hace imposible el acuerdo para auxiliar financieramente a Argentina, y que no hay muchos incentivos a cambiarlo debido a que varios países miembros comenzarían a utilizarlo -como India para ayudar a Bangladés-“, analiza el estudio y afirma que “el torniquete adicional sobre las importaciones luce ser ´ineludible´”.