Se trata de la posibilidad de quedar excluidos de los regímenes de percepción del Impuesto a las Ganancias y el IVA. Se suma a otras medidas recientes tendientes a anticipar fondos para compensar el impacto de la sequía
El potencial recaudatorio de la medida, según dice la AFIP, equivale al 25% del déficit previsto en el Presupuesto 2023 ($3,74 billones), a lo cual se podría sumar otro billón de pesos de ingresos como consecuencia la operación de canje de bonos en dólares en manos de dependencias del Estado. Las reparticiones tienen que vender sus bonos y destinar el 70% a comprar letras del Tesoro. Está claro que estás medidas procuran contrarrestar el efecto de la caída del comercio exterior por efecto de la sequía y la merma de la actividad. Las importaciones registran una caída en los dos primeros meses del 4,3% y las exportaciones del 15,4%.
Este año está pactado con el FMI un déficit primario del 1,9% del PBI, pero dada la situación se torna muy difícil cumplirlo.