Con el nuevo sistema SIRA, las compras bajaron a u$s6.100 millones en octubre, segundo dato más bajo del año después de enero. Hubo pedidos por más de u$s8.000 millones, pero se autorizaron u$s2.600 millones
El Gobierno pone el foco en las importaciones para pasar el verano y llegar con reservas hasta la próxima cosecha gruesa. El nuevo sistema, llamado SIRA, permitirá pagos recién desde el 23 de diciembre, y la mayor parte de lo aprobado pasa para el año que viene. En octubre, mes en que debutó el sistema, las importaciones bajaron a u$s6.100 millones, según datos a los que accedió Ámbito. Es el segundo registro más bajo del año, después de enero, y el acumulado de 10 meses ya supera ampliamente lo importado en 2021, que había sido récord.
Plazos
A diferencia del actual método, donde el Banco Central habilitaba un cupo mensual de dólares para que las empresas pudieran importar, con el SIRA indica el plazo en el cual se podrá acceder una vez que llega la mercadería. El plazo mínimo es de 60 días, para el caso de las pymes, mientras que para las grandes empresas puede extenderse hasta 180 días, o según el tipo de bien, inclusive hasta un año.
Por este motivo, las importaciones aprobadas con este método SIRA recién comenzarán a pagarse el viernes 23 de diciembre, es decir, 60 días después que empezó a regir el sistema. En esa semana que queda del 2022, habrá pagos por u$s88 millones. El grueso de los vencimientos comenzarán desde 2023. Ya hay fecha de pago para el año que viene por un monto de u$s2.600 millones.
Por ende, lo que el Banco Central pagará en importaciones en los dos últimos meses del año hace referencia a lo ya aprobado bajo el anterior sistema SIMI. Economía aspira a bajar las importaciones al rango de los u$s5.500 millones mensuales. Solo en los primeros nueve meses del año ya se superaron el total de todas las importaciones del 2021. En ningún mes estuvieron por debajo de los u$s6.000 millones, e inclusive en julio llegaron al récord histórico de los u$s7.786 millones por los precios de la energía. Según pudo averiguar Ámbito, octubre cerró con importaciones en u$s6.100 millones (valor cif), el menor valor desde enero de este año, cuando habían sido de u$s6.032 millones.
Otro de los beneficios que tendrán las pymes es poder acceder a un “anticipo” para poder girar divisas al exterior una vez que se le aprueba la SIRA. Se trataba de un pedido muy fuerte de las cámaras, ante la desconfianza de los proveedores del exterior, de tener que esperar 60 días recién desde la llegada al puerto del bien. El anticipo será de u$s50 mil, aunque en el régimen de SIMI era de u$s250 mil.
Cautelares
Hay varios motivos que pueden explicar que las SIRA queden observadas o sean rechazadas. Por un lado, se analizan las importaciones de la empresa de los últimos 24 meses, y si se exceden en un 200%, el sistema de control en tiempo real marca un cartel rojo que dice “riesgo severo”. El 38% de los operadores figuran de esta manera. Buscan evitar el sobre stockeo. Eso le ocurre a una compañía importadora de aviones, que traía u$s500 mil por mes y pidió u$s5 millones para un solo mes.
Por otro lado, hay más de 1.700 empresas que están “bloqueadas” para operar. De esas 1.068 es por haber presentado cautelares judiciales “de manera abusiva”, por un monto de u$s2.600 millones. “Ya desistieron 7 compañías y hay 150 que se declararán en abstracto en los juzgados, así pueden seguir operando”. Por otro lado, hay otras 700 empresas bloqueadas por estar en sede penal con denuncias de sobre facturación de importaciones, por u$s633 millones.
En tal caso, empresas que quieran acelerar procesos podrán hacerlo usando “dólares propios”. Desde que se puso en vigencia esta semana, lo utilizaron 1030 operadores, por un monto de u$s125 millones. En Economía descartan impacto en inflación, porque aseguran que se está utilizando para bienes suntuarios, como motos del estilo Harley Davidson, y no para insumos.
Nuevos cambios
Habrá nuevos cambios en el sistema SIRA. Por un lado, terminan de delinear algunos detalles del SIRASE, que es el que controlará las importaciones, pero para el caso de los servicios, un sector donde se producían decenas de maniobras para poder acceder al dólar oficial. Además, modificaron la fórmula del CEF, en donde la AFIP analiza la capacidad económica financiera de las empresas. Según pudo averiguar Ámbito, las empresas presentaban una serie de declaraciones juradas para “forzar” un mejor CEF. “Una trampa que dejará de ser ponderada”, explicaron.
Además, en estos días se creará un Comité que se reunirá martes y jueves, donde se analizará el sistema, y se buscará soluciones para los casos donde haya “divergencias”. Estará integrado por el Banco Central, la AFIP y el Ministerio de Economía, con miembros de la Secretaría de Comercio. “Las divergencias que no se puedan resolver se analizarán en el Comité”, contó una fuente oficial. Si bien actualmente hay prioridades de importación, como son medicamentos o bienes para el gasoducto Néstor Kirchner, hay otros insumos que se analizarán en el comité para ver si pasan a ser prioritarios.