Este lunes, así como Cristina Kirchner culpaba a la Corte Suprema por su situación judicial, Alberto Fernández señaló a los argentinos que compran dólar blue para viajar al exterior y a los “especuladores” que adquieren dólar “contado con liqui” o CCL.
La pregunta es quiénes mueven los dólares del país. Y darse cuenta de que en esa película no hay malos, como pretende hacer creer Alberto Fernández
El rubro más importante para explicar la salida de dólares es el de las importaciones de maquinarias, productos y servicios (excluidas las de energía): unos US$6000 millones de dólares por mes aproximadamente.
Más del 80% de esas importaciones son de bienes intermedios destinados al proceso productivo. ¿Dónde está el malo?
El otro agujero por el que se escapan los dólares es el de la compra de energía, básicamente gas licuado. Unos US$2000 millones mensuales. Si ya se hubiese construido el nuevo gasoducto en Vaca Muerta, se podría ahorrar ese dinero y comenzar a exportar gas a todo el mundo. ¿No serán la torpeza y la imprevisión de la dirigencia política las responsables de que la Argentina malgaste innecesariamente semejante cantidad de divisas?
El dólar CCL, que este lunes superó los $305, no subió por culpa de los especuladores, sino porque con los cambios en la Comisión Nacional de Valores (CNV) se expandió el temor a que ese organismo podría fijar una nueva traba regulatoria para operarlo.
Ese mercado, que se hace con la compraventa de bonos para girar las divisas al exterior, mueve entre US$1500 y US$2000 millones por mes y allí operan las empresas: luego del cepo al acceso al dólar oficial para importaciones, se volcaron al mercado del dólar CCL -que es legal– y saltó su cotización.
El dólar turista o tarjeta que es el que consume el argentino cuando compra pasajes para viajar al exterior y cuando gasta con tarjeta de crédito en otros países se lleva unos US$500 millones por mes. Ese fue el promedio entre enero y junio.
Tal vez en julio el rubro pegue un salto por razones estacionales. Pero es el propio Estado el que creó esa cotización: cuando un argentino viaja al exterior le sale más barato gastar al dólar turista y guardarse el dólar billete porque luego vende el billete en el blue y paga sus consumos más baratos.
El dólar blue, que es el que según Alberto Fernández concentra a los maliciosos argentinos que compran sus billetes para gastar en el exterior, es el más marginal de todos: apenas unos US$5 millones de dólares diarios, es decir US$100 millones por mes.