Frente a errores recurrentes en el acceso a divisas, las empresas buscan cómo acceder a “dólar oficial” y el Gobierno fomenta la tercerización del financiamiento. Escenario actual, alternativas y problemas frecuentes
En un entorno de incertidumbre por el alza del dólar y la brecha por encima del 150%, la implementación del Sistema de Importaciones (SIRA) y las modificaciones que generó en las operaciones de comercio internacional atravesaron la 11° Semana Comex que reunió a referentes de la actividad en Santa fe del 4 al 5 de octubre.
En el circuito que hoy tiene a SIRA como protagonista, además, participan la Secretaría de Comercio, Aduana, Afip, BCRA y entidades privadas, Comisión Nacional de Valores (CNV) lo que genera confusión para operar.
“Los dólares que se pueden usar como fondos propios, son los que están formalizados (en blanco) ya sea que estén en el colchón, en la caja de seguridad o en una cuenta bancaria”, aclaró Sueldo y reflejó el “trastorno” que genera no poder hacer operaciones dentro del sistema formal.
Hasta acá “la realidad”, mencionó Sueldo y explicó que por más que se conozca y cumpla con la normativa el ritmo de las aprobaciones también están afectadas por “misterios”; desde el público hicieron referencia a los “errores 46 y 47” que se han vuelto los más frecuentes en el intento de validar pagos.
Fuera de la normalidad
Para dimensionar la particularidad de la Argentina, y por qué se debe “lidiar con SIRA, SIRASE, CCUCE”, el experto mencionó que Brasil, opera con una billetera de u$s 900.000 millones, mientras nuestro país “está entre menos dos mil, cero y cuatro mil”, según el volumen de reservas diario.
El último paso, una vez que se cuenta con la autorización para importar es pasar por la Cuenta Única del Comercio Exterior (CCUCE) que depende de AFIP para validar el acceso al MULC, contó y dijo que “se cae por 24 a 48 horas” con frecuencia. Además, apuntó a las reprogramaciones de fecha de acceso al MULC en MOA.
Por otro lado, aseguró que la expectativa que generó el pago en yuanes ya se extinguió. “Del SWAP, sólo queda la S”, dijo y pasó a explicar el estado actual de la deuda comercial que asciende a u$s 34.000 millones.
En 2014 el 70% de las transacciones respondían a pagos diferidos, mientras que hoy operan de este modo el 87%. “Es gravísimo”, dijo y mencionó que existe un esquema para hacer pagos anticipados por u$s 50.000 por año, pero son pocas las empresas que lo conocen y utilizan.
Tercerización de pagos
Entre las opciones de financiamiento que busca incentivar el Gobierno, para sostener el nivel de importaciones sin utilizar dólares propios, la alternativa más común es tomar deuda con el proveedor en el exterior, casa matriz o subsidiaria.
Otro caso es el financiamiento que ofrece el dueño de la empresa que apunta a que se utilicen fondos de argentinos en el exterior, pero en la práctica lo que hace es emitir una garantía, describió. Por último, aseguró que existen casos de firmas que efectivamente utilizaron fondos propios para afrontar los giros al exterior.
En este escenario Nayla Bohé, referente del Banco de Sante Fe, advirtió sobre los mayores costos y trabas que representan este circuito.
En el caso de los pagos de servicios, Sueldo aseguró que por la brecha cambiaria “está lleno de empresas fantasmas que hicieron desastre” y aclaró que el que realmente termina pagando es el importador genuino que además, debe afrontar todo el control que se imprime para evitar las irregularidades.