En septiembre, la Argentina continuó la dinámica del mes previo y profundizó el déficit comercial de US$182 millones con Brasil, luego del de US$15 millones registrado en julio. Pese a esto, sigue mostrando una mejora respecto al rojo de US$289 millones registrado en igual mes de 2023.
El saldo acumulado desde enero se revirtió de un moderado superávit en agosto a un moderado déficit de US$56 millones en septiembre, aunque representa una reversión de US$4528 millones respecto al déficit acumulado entre enero y septiembre de 2023.
De esta reversión del déficit acumulado en 2023, cerca de un 40% se explicó por la disminución en las importaciones de soja (por US$1850 millones), y un 7% a la baja en las compras de energía eléctrica (US$294 millones).
Este déficit se da en un contexto de fuerte mejora del flujo comercial bilateral: el agregado del comercio entre Brasil y Argentina totalizó US$2726 millones, una suba de 27,1% anual con respecto al alcanzado en septiembre de 2023 (en línea con los valores históricos tomados para el mes), la primera suba en catorce meses.
En tanto, las importaciones desde Brasil alcanzaron los US$1454 millones en el noveno mes y mostraron una suba de 25,4% anual, la primera suba desde julio del año pasado. Pese a esto, el bajo guarismo de septiembre de 2023 (US$1160 millones, un 20,3% debajo del año previo) podría distorsionar la comparación de base debido a las fuertes trabas al comercio impuestas a fines del año pasado para preservar reservas. El acumulado enero-septiembre aún permanece un 28,4% debajo de los valores registrados en 2023.
Para el cuarto trimestre, se espera un repunte moderado de las importaciones de la mano de la baja del impuesto PAIS, la recuperación de la actividad económica, y las recientes bajas de aranceles a una serie de productos industriales terminados y de insumos productivos.
Por su parte, tendrán un impacto positivo sobre el comercio bilateral las perspectivas de crecimiento de la economía brasileña y también será un alivio la apreciación real de la moneda brasileña para el tipo de cambio real bilateral y multilateral argentino.
Fuente: La Nación