La tendencia proyectada por Invecq refleja algunos cambios en la dinámica de exportaciones e importaciones, impulsada por factores internos y externos, que afectan tanto los volúmenes como los precios
Balanza comercial: qué se espera de cara al 2025
De cara a 2025, Invecq espera un “abultado” superávit comercial de bienes -base devengado-, aunque “menor al de 2024”.
Por un lado, las importaciones crecerían, dada i) la recuperación económica, ii) el abaratamiento del dólar oficial, iii) la eliminación del impuesto PAIS, y iv) la normalización en su pago, sostuvo la consultora.
A su vez, las exportaciones también aumentarían, pero en una magnitud mucho menor; en particular, por la “notable caída del precio de los commodities agrícolas”. En rigor, la cotización de la soja pasó de u$s520/tn en 2023, a u$s450 en enero 2024 y u$s350 recientemente. Si se utilizan los últimos futuros y las proyecciones de las Bolsas de Comercio para el área sembrada, la producción de maíz, soja y trigo de la campaña 2024/25 podría ser u$s4.500 millones menor a la de 2023/24.
Por último, a nivel micro, la combinación entre precios internacionales más bajos y apreciación cambiaria deriva en que, hoy en día, el poder de compra interno de la soja está en valores mínimos históricos, 40% inferiores al promedio 2018-2023, y solo comparables con los de fines de 2015 y 1999-2001 -ver gráfico-.
Desde un punto de vista estrictamente sectorial, pocas veces fue tan necesario como ahora eliminar los derechos de exportación, concluyó Invecq.
Fuente: Ámbito