Este año, la sequía que atraviesa Argentina significará pérdidas en las exportaciones agrícolas próximas a los US$ 20.000 millones
Pese a que en abril se empieza a exportar la cosecha gruesa, lo que suele generar superávit, el saldo comercial exhibió un déficit comercial por segundo mes consecutivo, rozando los US$ 130 millones.
Según informa Ecolatina, desde inicios de siglo sólo en dos oportunidades se observó un rojo comercial para un mes de abril (en 2017 y 2018).
Las exportaciones llevan cinco meses de caída. Sumaron US$ 5.900 millones (-29% i.a.). Los volúmenes volvieron a desmoronarse (-23% i.a.) y los precios promedio retrocedieron por tercer mes al hilo (-9% i.a.).
Otro dato negativo: los términos de intercambio (relación entre precios de exportación e importación) vienen soplando en contra.
En abril descendieron nuevamente (-4,7% i.a.), redondeando un primer cuatrimestre a la baja. En este sentido, explica el informe, “cabe señalar que, si se hubiesen mantenido los TDI de abril 2022, el saldo comercial habría anotado un superávit en torno a los USD 170 M. No obstante, los TDI del primer cuatrimestre de 2023 fueron 14% superiores al promedio histórico (2004-22)”.
Asimismo, indica el documento, las proyecciones de cosecha gruesa aún no encuentran piso. En la semana la Bolsa de Cereales de Buenos Aires volvió a ajustar a la baja su proyección de cosecha de soja a 21 M/Ton (vs 43,3 M/Ton en 2022), en línea con lo que estima la Bolsa de Comercio de Rosario.
Además, la producción de las economías regionales también se encuentra golpeada por las inclemencias climáticas.
“Irremediablemente, la aguda escasez de divisas agudizará la caída de los volúmenes importados no-energéticos en los próximos meses, limitando la expansión potencial del mercado interno producto de un menor abastecimiento de insumos y bienes finales”, señala el informe de Ecolatina.
- (1) Alterar la naturaleza de la estrategia cambiaria: “para acotar el exceso de demanda de divisas, se amplían y extienden los desdoblamientos sectoriales ad-hoc (devaluaciones parciales), tanto para las exportaciones (aumentar la oferta neta de divisas en el corto plazo, a costa de comprometer futuras liquidaciones y generar impactos en los precios) como para las importaciones, haciendo que el dólar oficial sea cada vez menos relevante en el comercio exterior”
- (2) Obtener recursos adicionales a través de la cuenta financiera (OFIs, Fondo Saudí, activación del swap con China, negociaciones con Brasil)
- (3) Negociar con el FMI para flexibilizar la meta de reservas, adelantar desembolsos y/o reducir el monto de los pagos netos de este año;
- (4) seguir forzando postergaciones en el pago de importaciones, con un margen escaso (deuda por importaciones es la más alta desde 2003)
- (5) importar más porotos de soja para mejorar las exportaciones netas del sector
- Fuente: El Economista