La carga aérea internacional continúa en niveles inferiores a los de hace un año, aunque ese porcentaje va reduciéndose mes a mes. Si la brecha en enero era de dos dígitos, el pasado mes de abril ya quedaba reducida al 6,6% de decrecimiento, y en mayo, según los últimos datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), esa cifra está en el 5,2%. Esta mejora entre meses se ha visto reflejada en el desempeño regional de las aerolíneas, que también han reducido sus indicadores de decrecimiento en zonas como Europa o Norteamérica, aunque otras, como Asia-Pacífico, han experimentado retrocesos. De hecho, la mayoría de indicadores observados por IATA apuntan a un contexto global del comercio y la producción depresivos, y argumentan que los efectos de una inflación más moderada aún no se han hecho notar.

“Las condiciones del comercio para la carga aérea siguen siendo complicadas”
Willie Walsh Director General de IATA

El director general de la asociación, Willie Walsh, ha aseverado que “las condiciones del comercio para la carga aérea siguen siendo complicadas”, con “varios indicadores económicos apuntando hacia la debilidad”. Sin embargo, el directivo de IATA augura mejoras en la segunda mitad del año: “Mientras vaya moderándose la inflación en varios mercados, esperamos que las subidas de tipos de interés de los bancos centrales también disminuyan. Ello debería estimular la economía e impactar en la demanda de carga aérea”, ha añadido.

-0,8%

El comercio internacional sufrió una contracción del 0,8% en abril

La asociación recoge en sus datos una contracción del 0,8% en cuanto al comercio internacional de bienes en abril, que se reflejó sin embargo en solo un decrecimiento del 0,2% en el transporte marítimo, pero del 6,6% en la carga aérea. Por ello, argumenta que los factores actuales estarían afectando más negativamente a este sector. Entre ellos, IATA cita aún a la inflación, pero también a la guerra en Ucrania y a las disrupciones en las cadenas de suministro que aún se arrastran desde la pandemia, y que “han impactado significativamente la demanda en Europa”.

Asimismo, IATA también monitoriza los datos del Índice de Gerentes de Compras “por su robusta correlación con los datos históricos de demanda aérea”. Para el mes de mayo, este índice detectó una contracción del 1,4% en cuanto a nuevas órdenes de exportación, y una caída de la demanda de producción del 5,2% respecto a 2022. Los indicadores de este índice para China, economía relevante para la carga aérea internacional, cayeron en mayo “por debajo de la línea crítica del 50%”, después de haberla superado en el mes anterior.

Aunque en el desempeño por regiones los peores porcentajes interanuales vuelven a ser para Europa y América del Norte, como el mes pasado, ambas zonas registran en realidad una suavización de su decrecimiento mes a mes. La región americana decrece el 8,1% respecto a 2022, cuando en abril ese margen fue del 13,1%. Aún así, IATA sostiene que la ruta comercial aérea entre esta región y Europa ha sufrido su tercera contracción de dos dígitos consecutiva (-10,3%). El Viejo Continente, por su parte, mantiene un decrecimiento del 6,7 -en abril fue del 8,2%-, y IATA señala las mejoras en las rutas con Oriente Medio y en los mercados interiores, que aunque se mantienen en negativo, reducen sus brechas respectivas.

La región Asia-Pacífico, por otro lado, presenta empeoramiento respecto a abril. Esta zona, que acumula el 32,4% de reparto mundial de carga aérea, registra una caída del 3,3% respecto a 2022, cuando en abril había quedado a menos del 1% de decrecimiento. Sí que mantiene, no obstante, la franja positiva en cuanto a sus capacidades: con un 38,3% de capacidad adicional, es la región que más crece y contribuye al aumento global de la capacidad, que es del 14,5%. Por su parte, Latinoamérica es la única región que muestra datos de crecimiento en cuanto a demanda de carga aérea en mayo (3,6%), después de haber llegado a números negativos el mes pasado.