Las empresas desconocen cómo se instrumentarían el dólar agro y un nuevo impuesto sobre la importación; creen que subirán costos, complicará operaciones y aumentará el valor final
Con más dudas que certezas sobre los detalles de las medidas que se descuenta anunciará el ministro de Economía, Sergio Massa, las empresas ya dispararon críticas sobre lo que estiman encarecerá sus costos, complicará aún más la operatoria y aumentará los precios que deberá pagar el consumidor por sus productos. “Esto genera más expectativas que el penal de Montiel en la final del Mundial”, sintetizaron en tono futbolero desde una importante cámara.
Tal como publicó LA NACION, las medidas que se barajan en el Palacio de Hacienda son, sin todavía la “letra chica”, el lanzamiento de un nuevo dólar más alto para el agro y el encarecimiento con un nuevo impuesto de las importaciones.
Fuentes del comercio exterior comentaron que de las negociaciones que tenían con el Gobierno ya se desprendía que algún encarecimiento de las importaciones iba a haber, porque “el dólar oficial está muy atrasado”. Lo que no saben, dijeron, es si este gravamen (podría ser una especie de impuesto PAIS) se pagará al momento de importar o de pagar.
Por lo pronto, estas mismas fuentes confiaron que varias empresas de diversos rubros ya pararon las ventas ayer, descontando que las nuevas medidas provocarán un aumento de precios. “No sabemos bien qué productos quedarán incluidos y cuáles no, pero estamos seguros de que será algo que complicará la operatoria y encarecerá los costos”, confirmaron.
Fuentes del sector fabril enfatizaron que la clave es que no hay dólares y que esto es una forma de ajustar un poco las importaciones sin devaluar. “Son medidas antipáticas para todos, para la industria y los comerciantes porque le aumentan los costos, para el consumidor porque le suben los precios. La clave igual es que se tomen con un criterio específico para no afectar las exportaciones, porque si se toman sobre insumos, no puede ser sobre aquellos que usan empresas que exportan. Si esto pasara, las firmas afectadas exportarían menos y habría menos dólares”, analizó.
Desde un banco anticiparon: “Si esto sale así, van a matar al a3500 [el tipo de cambio oficial, bajo el cual se fijan todos los contratos]”. Un bono dólar linked, por caso, está atado a ese tipo de cambio. “Si todas las operaciones de comercio pasan por otros dólares [los nuevos tras el impuesto o el dólar soja] es hacer una especie de devaluación sin que se note. Hay que mirar cómo reaccionan los bonos si sacan una medida como lo que se especula. Es más, podés matar al mercado de cobertura, porque, ¿quién va a comprar un futuro que no te cubre contra nada? Estamos perdidos. No sabemos qué va a salir y estamos a la espera”, dijeron.
También hay inquietud en el sector de los laboratorios. Eduardo Franciosi, directivo de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), comentó: “Confirmo la preocupación de la industria farmacéutica nacional por la eventual aplicación de un nuevo impuesto a la importación que impactaría muy negativamente en la ecuación de costos del sector y en el acceso al abastecimiento de materias primas, insumos y medicamentos. Esperamos que las autoridades puedan considerar la sensibilidad del tema para el sector de la salud a los efectos de mitigar las consecuencias de esta medida”.
Franciosi agregó que su industria está en el marco de un acuerdo de precios con la Secretaria de Comercio, que debería ser reconsiderado en función del impacto de lo que se anuncie. “La medida va a poner aún más presión sobre los costos y provocará una menor disponibilidad de insumos y materiales. Los laboratorios tienen buena voluntad de acompañar pero no pueden absorber este tipo de contingencias en forma indefinida”.
En la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala) expresaron que siempre lo que es medicamentos estuvo afuera de todo este tipo de impuestos que, en realidad, son un aumento del dólar. “Lo único que traería esto es un traslado automático al precio del producto, más en el caso de medicamentos donde todo lo que es insumos se compra con un dólar oficial”, añadieron desde esa entidad.
Desde CAME prefirieron no referirse al tema hasta que no se conozcan los alcances. Pero dejaron trascender que “cualquier impuesto nuevo a las importaciones que se creáse tendrá su correlato en materia de precios, a la vez que complejizaría aún más la dinámica de las compras al exterior, algo que ya impacta seriamente en muchas pymes del país”.
Reinaldo Kerchen, presidente de la Cámara Argentina de Óptica (Cadeo), dijo que un impuesto sobre las importaciones o cualquier medida que las encarezca, se va a trasladar sí o sí a precios. “Todos los productos de las ópticas son importados o tienen componentes importados. Por ejemplo, el 90% de las lentes de contacto son importadas; los cristales son importados, muchos se terminan en la Argentina, y los armazones tienen materia prima importada, salvo el más económico. Por consiguiente, un encarecimiento de las importaciones se va a reflejar indefectiblemente en los precios; es decir, que el precio final del producto va a ser más caro”, concluyó el directivo.
El nuevo dólar agro también genera tanta incertidumbre como el impuesto a la importación. En este caso, según cuentan en el sector, no se sabe cuál sería la cotización ni tampoco qué productos entrarían. Por lo que trascendió se sabe que la soja no, pero hay dudas con el maíz. Además, en las economías regionales se quejan de que, hasta ahora, el dólar agro no se pudo usar porque no coincide con los tiempos productivos (lana, por caso) y les provoca confusiones sobre qué valor paga la industria (maní).