Sin decisión política, vocación de consensos y priorizar la empatía con la mejora sistémica en lugar de buscar avances individuales, las tendencias e innovaciones en el comercio exterior son conceptos vacíos de contenido.

No sirve hablar de digitalización, facilitación del comercio, sustentabilidad o reducción de la huella de carbono si no se los ve como denominador común de una mayor eficiencia para todos los eslabones de la cadena de suministros.

Experiencias recientes dejaron una enseñanza amarga: el “desenchufe” de la plataforma de blockchain TradeLens decidido por Maersk. El concepto funcionó: trazabilidad de la documentación, eliminación del papel, agilidad en los flujos informativos que se mantienen inviolables.

Desconfianza

Pero la comunidad de usuarios no lo validó. Eligió “no creer” en que un par podría ser imparcial en la administración de una solución por naturaleza descentralizada. Descreyeron por el temor (para ellos fundado) que implicaba subir información a una plataforma ideada por un integrador logístico que apostó por estar presente en todos y cada uno de los eslabones de la cadena. Visualizaron una amenaza, a pesar de que la oferta promocionaba un bien común.

No obstante este bache, nada detiene la digitalización ni la necesidad imperiosa de reducir los tiempos y los costos operativos que, siempre e indefectiblemente, paga la carga. Los impulsores de la corriente digital en el comercio exterior calcularon un ahorro global de US$ 4000 millones anuales al despapelizar las operaciones.

Lo primero, digitalizar

Con esta motivación a cuesta, FIATA, la Federación Internacional de Asociaciones de Transitarios, que representa desde 1926 a los agentes de carga, nuclea a las asociaciones nacionales de 113 países y tiene hoy más de 5500 forwarders individuales asociados, decidió comenzar por algo más sencillo: digitalizar el BL (bill of lading o conocimiento de embarque).

“Todo cambio genera resistencia. Por eso optamos por dar un primer paso: digitalizar el documento y que pueda imprimirse, enviarse como PDF o intercambiarse digitalmente (EDI, intercambio electrónico de datos) de manera segura y con la autenticidad y confidencialidad garantizada”, explicó Ivan Petrov, presidente de FIATA.

Petrov visitó la Argentina junto con Stéphane Graber, director general de FIATA, el lunes pasado para “evangelizar” sobre la necesidad de la adopción del eFBL, el BL electrónico desarrollado por la federación, una suerte de “plantilla” digital, soportada por la funcionalidad blockchain, universal y con un espíritu eminentemente multimodal.

Petrov, presidente de FIATA, y González Insaurralde, presidente de Grupo Assekuransa

Reuniones

“Nuestra visita apunta a agilizar la agenda digital, de facilitación del comercio y de reducción de costos”, explicó Petrov, en una conferencia de prensa realizada en las oficinas de Assekuransa, compañía líder en el mercado de seguros para la logística internacional que, como miembro individual de FIATA, ofició de anfitrión y auriga de la delegación que se reunió con la Jefatura de Gabinete de la Nación y la Dirección General de Aduanas para explicar los alcances y la necesidad de instrumentar a nivel nacional del eFBL en exportaciones e importaciones.

Juan Ángel González Insaurralde, fundador y presidente de Assekuransa, manifestó: “Es un honor para recibir en Buenos Aires a la máxima organización de logística para el comercio internacional, sector en el que somos una aseguradora líder desde hace más de 30 años y en el que aspiramos a expandirnos con una visión más global”.

“Lo que hicimos fue tomar nuestro BL, el único documento que otorga titularidad a la mercadería, que tiene una naturaleza multimodal y es reconocido internacionalmente por la ICC (la Cámara de Comercio Internacional) y Uncitral (la Comisión de Naciones Unidas para el Derecho Comercial Internacional) y lo pasamos al formato digital”, explicó Graber.

Versatilidad

La “subida” de documentos y su envío queda registrado en la plataforma blockchain. En esta “nube” los documentos no sólo son autenticados sino que cuentan con un registro de auditoría para visualizar la identidad de los actuantes. Es decir, no es más que la encriptación legal de los documentos, con el aval de la inviolabilidad que caracteriza a la blockchain y a FIATA.

“Nuestro desarrollo es abierto, disponible para ser integrado a las plataformas existentes. Ya hay 21 proveedores de software de todo el mundo que firmaron un acuerdo con FIATA para ofrecer la posibilidad a todos los agentes de utilizar el eFBL, con la certeza absoluta de la validez del documento, de su emisor y del contenido”, explicó Graber.

Más allá del fraude y de la pérdida de documentos que todavía viajan físicamente en “sobres” con la carga para certificar la autenticidad, el eFBL es una herramienta de código abierto que se puede descargar desde la página de FIATA, que no tiene más ciencia que un QR para “leer” y certificar la veracidad de la información y que permite a los usuarios “subir” luego el documento cargado a la página de FIATA o bajarlo a PDF y enviarlo o, incluso, imprimirlo.

Apoyo institucional

Una parte clave de todo este proceso es que el socio local de FIATA, la Asociación Argentina de Agentes de Carga Internacional (AAACI) firme el acuerdo necesario para que todos los forwarders (sobre todo los más chicos) puedan agilizar su operación y participar de los ecosistemas digitales que caracterizan hoy a la logística del comercio internacional.

“Descontamos que la solución será aceptada por la AAACI y que nos acompañarán en el proceso”, destacaron los funcionarios de FIATA que, junto con directivos de Grupo Assekuransa, mantuvieron también reuniones con desarrolladores locales de software como edoxOnline y también con la empresa CargoWise.

Emiliano Galli (Trade News)

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