Terminales financiarán parte de las compras incrementales de autopartes. Buscan sostener el aumento en la producción
Uno de los conflictos que más preocupación generó este año en el sector productivo parece haber alcanzado una resolución, al menos momentáneamente. La industria automotriz, que había elevado un reclamo formal al Banco Central de la República Argentina por la escasez de divisas, acordó una fórmula para dar respuesta al crecimiento de la demanda. Según pudo saber Ámbito, por el consenso alcanzado con el Gobierno, las terminales financiarán el incremento de unidades importadas y se liberará un cupo mayor para las compras al exterior de autopartes.
Las nuevas restricciones sobre las importaciones se dan en el marco de la creciente preocupación por el nivel de reservas del Banco Central, que se ve agravada por el compromiso asumido con el Fondo Monetario Internacional de incrementarlo durante este año. Ayer, en declaraciones radiales, Pesce reconoció que el resultado cambiario del mes de abril fue menor al esperado. No obstante, resaltó que el primer trimestre fue positivo y que mayo “arrancó mejor de lo previsto”.
El caso de la industria automotriz tomó relevancia por que se hizo pública una carta que las empresas del sector, junto al sindicato SMATA, enviaron a las autoridades de la entidad monetaria señalando que las dificultades operativas podrían llevar a un parate en la producción. Pero desde los distintos rubros de la industria vienen alertando por las implicancias de la nueva normativa.
Desde el Banco Central explicaron a Ámbito: “La norma está pensada para las firmas que se sobrestockearon pensando que el tipo de cambio iba a saltar. Ahora la idea es que usen esos stocks que tienen de más ayuden a financiar parte del crecimiento en las importaciones”. De todas maneras, en el Gobierno apuntan a que una vez aliviadas las tensiones cambiarias, se pueda revertir la medida.