La falta de dólares, dijeron desde la cámara del sector, “ya perjudica la producción de los proyectos mineros”
La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) hizo pública su “preocupación ante la continuidad de las demoras en los procesos de aprobación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y del Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior (SIRASE), y la falta de perspectivas de una solución”.
La falta de dólares, dijeron, “ya perjudica la producción de los proyectos mineros”.
“Para nuestra industria es esencial saber que podremos acceder a los insumos para producir y continuar con la construcción de las ampliaciones y los nuevos proyectos”, dijeron.
La dificultad para importar “demora las ampliaciones de los yacimientos y la construcción de nuevos emprendimientos y frena la llegada de divisas”. También, dijo CAEM, “daña a toda la cadena productiva de proveedores, compuesta mayormente por pymes, que son las que dinamizan las economías regionales”.
Todo esto se ve profundizado además por un contexto de baja en los precios de los metales (considerando que el 80% de las exportaciones nacionales corresponden a oro y plata) y por un incremento de los costos productivos, que en el último año ronda el 30% en dólares.
Para 2022, se prevé exportar US$ 3.800 millones y “en los próximos 10 años podríamos triplicar esta cifra, con exportaciones anuales por US$ 12.000 millones e inversiones por más de US$ 20.000 millones si se sostuvieran las condiciones internacionales y se generara el contexto nacional adecuado”. Eso incluye, dijeron, “la posibilidad de que se regularicen las importaciones”.
“Cada dólar que utiliza la minería vuelve al país multiplicado en divisas, aportes impositivos, empleo de calidad, generación de infraestructura y desarrollo regional. Con esta base, insistimos en la necesidad de llegar a una solución, a fin de que se pueda garantizar el volumen de exportaciones proyectadas para 2022 y los beneficios que de ello se derivan para el país”, concluyeron los mineros.
Fuente: El Economista