La tarea que desempeña el despachante de aduana es clave en el circuito del comercio exterior. Se afirma que este profesional constituye el nexo entre la actividad privada y la actividad pública, en su caso, representada por la Aduana. “Somos el centro del comercio exterior”, precisó Enrique Loizzo, titular del Centro Despachantes de Aduana de la República Argentina (CDA). “Esta presencia hace que sea el aliado estratégico para las operaciones del intercambio comercial“, añadió Marcelo Ravida, secretario de la entidad que celebró felizmente su 110 aniversario de fundación.

Partiendo de este punto de apoyo en el comercio exterior, las autoridades se refirieron al rol del despachante como auxiliar del servicio aduanero, definido en el Código Aduanero, que exige rendir exámenes y tener habilitación de AFIP. “Así, el despachante como auxiliar del servicio aduanero colabora con el Estado en la matriz de trabajo de la  importación y exportación del comercio exterior, orientando con conocimientos en temas técnicos aduaneros, pero también bancarios, logísticos, tributarios, contables, operativos y normativos”, señaló Loizzo.

Al mismo tiempo, el despachante realiza, en nombre del sector privado (cliente) y ante el servicio aduanero, trámites y diligencias relativos a la importación, la exportación y demás operaciones aduaneras, recaudando con su profesión.  “Es el declarante en el despacho de importación”, subrayó.

Un dato no menor: casi el 100 por ciento de las operaciones de comercio exterior pasan por las manos del despachante de aduana. “Aquí está la importancia del profesional del comercio internacional”, Loizzo precisó.

Ese ámbito de actuación demuestra que el conocimiento es un activo importante para el despachante de aduana y un agregado de valor para el cliente. El CDA trabaja la profesionalización con los socios y con el sector privado (cámaras asociadas).

Para dotar de eficiencia las operaciones aduaneras, la institución tiene departamentos de  normativa, asesoría clasificatoria y comunicación de «primer nivel». Loizzo resaltó la trascendencia del asesoramiento. “El CDA llegó a brindar zoom con 800 personas” dijo y sostuvo que “ello refleja el sentido de pertenencia del socio, quien tiene un lugar para canalizar su consulta y recibir una respuesta válida, rápida y eficiente”.

En ese sentido, se refirió a los esfuerzos de gestión para alcanzar la fortaleza institucional, la representación  y la asistencia al socio mediante las herramientas de comunicación. Entre los principales elementos transformadores, el CDA dispuso del uso de redes como el  WhatsApp de la institución (3000 suscriptos de los 4000 socios) y el desarrollo de una aplicación (APP).

Paralelamente, las autoridades indicaron que el despachante de aduana recibe asesoramiento en materias clásicas (penal, infraccional, valoración aduanera, clasificatoria y normativa). También en cuestiones nuevas como laboral, civil, comercial y previsional. Además, marítima, recursos humanos y normativa bancaria.

En resumidas cuentas, se trata de un acompañamiento meditado, planeado y orientado a contribuir con el perfeccionamiento del despachante en un entorno complejo. En palabras de Marcelo Ravida: «Llegamos al CDA con una plantificación estratégica y continuamos adelantándonos a los cambios que pudieran suceder».

En este contexto regulatorio, hay marcos normativos limitantes para la importación. ¿Cómo incide en la actividad del despachante? ¿Ha evaluado el CDA realizar alguna acción ante la justicia en defensa de la profesión?, le preguntó Aduana News a Enrique Loizzo.

Las normativas marcan diferentes pautas de controles. Nosotros, cuando tuvimos que interponer algunas acciones, lo hicimos: presentamos recursos de amparo o de reconsideración ante la AFIP en diferentes temas; por ejemplo cuando se planteó la posibilidad de aumentar la franquicia del courrier a 10.000 dólares. Asimismo, cuando salen resoluciones nuevas, analizamos el tipo de cuestiones y nos presentamos ante los organismos públicos correspondientes. Con los privados tenemos otra cuestión: la portuaria. Siempre estamos haciendo las presentaciones que sean necesarias en defensa de la profesión.  El artículo segundo del estatuto menciona claramente ejercer la defensa y la representación de los despachantes y socios. Nuestra gestión no se aparta de ello.

Si bien hay medidas económicas que tienen un impacto secundario en nuestra actividad, lo que hacemos es trabajar en conjunto con las cámaras cuando hay temas trazables. Así, hemos formado la comunidad del comercio exterior donde las distintas cámaras se sientan en una mesa para actuar en conjunto tales temas.

Resumiendo, por un lado, ejercemos la representación y el compromiso ante nuestros socios, pero cuando hay temas trazables del comercio exterior actuamos en unidad. Así lo hicimos ante el BCRA, Jefatura de Gabinete, Ministerio de Transporte y Secretaría de Comercio. Un ejemplo de ello es la vacunación masiva de los operadores del comercio exterior  en todo el país.

¿Y en el caso de normas consideradas impugnables por los asesores del CDA?

Ello está vinculado con lo anterior. El CDA actúa. Así se hizo en los casos del Fondo Común Solidario y Courrier. Nuestra gestión ha presentado dos amparos ante la justicia en los 110 años de la institución.

Observando el camino por delante, ¿cuál es el mayor desafío del CDA para apoyar y promover el valor del despachante?

El mayor desafío del CDA es trabajar todos los días, la mejora continua. Seguir con aquello propuesto al inicio de la gestión, es decir, una institución transparente, federal, participativa.

Adicionalmente, lograr un CDA que capacite a 3800 socios, de los cuales más de un tercio pertenecen al área que está afuera del cinturón metropolitano. De 10 filiales y corresponsalías, hemos pasado a 21. En todo el país hay profesionales que quieren estar representados. Nosotros llegamos en el 2016; la idea es seguir evolucionando, generando fortaleza institucional, ampliando el CDA y poblando de logos la Argentina.

Todos somos despachantes.

Fuente:  Aduana News