El Gobierno nacional que conduce el presidente Javier Milei avanza con la venta de activos estatales, pero con una estrategia renovada: dividir las concesiones en múltiples compañías para atraer inversores y fomentar la competencia.
Según adelantaron desde la administración de Javier Milei, el proceso de privatizaciones comenzará con Belgrano Cargas y seguirá con otros sectores estratégicos
Según adelantó la administración libertaria, el proceso comenzará con la privatización de Belgrano Cargas y se extenderá a otros sectores estratégicos, como los trenes de pasajeros.
Esta iniciativa sigue la reciente aprobación del dictamen para privatizar Aerolíneas Argentinas, que obtuvo respaldo de sectores del PRO y parte de la UCR.
Actualmente, el Estado Nacional tiene participación en más de un centenar de empresas, de las cuales 34 cuentan con una participación mayoritaria.
Según datos de la Oficina Nacional de Presupuesto, 21 de estas empresas presentaron superávit financiero en el último trimestre de 2023, mientras que en el primer trimestre de 2024, la cifra se redujo a doce.
Esta disminución se atribuye a los recortes de presupuesto implementados por el actual Gobierno, “la motosierra”, por el 46% de disminución en las transferencias estatales, destacándose el recorte a Enarsa debido a la reducción de subsidios y a la menor necesidad de importación de gas tras la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner.
Privatización de Belgrano Cargas: entre avances y obstáculos históricos
La venta de Belgrano Cargas no es una idea nueva. En 1999, fue privatizada mediante contratación directa. Sin embargo, la falta de inversiones privadas llevó al deterioro de su infraestructura y a la declaración de emergencia ferroviaria en 2006.
En 2008, el gobierno de Cristina Kirchner revirtió la concesión y nacionalizó el servicio en 2013. Desde entonces, el Belgrano Cargas había comenzado un proceso de recuperación: entre 2021 y 2022, la estatal Trenes Argentinos Cargas aumentó en 57,4% el transporte de mercancías, alcanzando los niveles récord de 1992.
A pesar de estos logros, la actual administración planea iniciar su privatización, argumentando que la concesión se dividirá en tres segmentos (administración, infraestructura y operación) para evitar errores del pasado.
“La situación actual exige analizar las opciones de gestión más eficientes, y esto nos llevó a definir un camino a seguir con la privatización por partes”, declararon fuentes de la Secretaría de Transporte. Esta estructura busca mejorar la eficiencia operativa y atraer capital privado en cada uno de los segmentos.
Fuente: Aire de Santa Fe