“¿Y si por la guerra entre Rusia y Ucrania dejan de vendernos barcos de GNL?” Con esta pregunta, que no es retórica, los funcionarios de la cartera que conduce Darío Martínez junto a las áreas técnicas del ENRE y ENARGAS, que responden a Cristina Fernández de Kirchner, justifican los USD2000 millones de importaciones mensuales cuando el año pasado eran cercanas a los 900 millones. Las importaciones de energía se desbocaron, al pasar de representar el 12% del total a un 20% según el último dato del Indec. Desde el Banco Central reconocieron que se importó de más a modo de resguardo.

En junio, se pagaron aproximadamente 100 millones por día, mientras que este lunes fueron 170 millones según datos de la autoridad monetaria. Por el lado energético no habrá recortes. Por eso se buscaron otros atajos para aguantar hasta septiembre, que es cuando debería menguar la demanda de GNL. De ahí el conjunto de medidas anunciadas por el Banco Central en un intento de coordinación con Economía y el Ministerio de Desarrollo Productivo.

Tal como había adelantado BAE Negocios, las empresas deberán incrementar el financiamiento de sus importaciones. Para las adquisiciones de bienes de capital se estableció una regla que permitirá pagar un 80% en puerto de origen y el 20% restante con la nacionalización. Por otro lado, los productos que están bajo licencias no automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.

A su vez, se amplió la lista de productos suntuarios que deberán pre financiarse y podrán acceder al mercado de cambio a partir de los 360 días, mientras que las importaciones de servicios serán tratadas de la misma manera que los bienes, con la posibilidad de acceder al mercado de cambios por el mismo monto que en 2021, y de llegar a superar dicho valor, deberán financiar el saldo a 180 días. Como complemento, el Central facilitó la pre financiación de exportaciones para “acelerar el ingreso de divisas del complejo cerealero”, al extender el plazo de liquidación de divisas de los 5 a los 15 días.

Con este conjunto de medidas, el Gobierno espera quitarle presión al pago mensual de importaciones en el orden de los 1000 millones, que se redireccionarían hacia las importaciones energéticas.

Hasta el momento, del total de las importaciones del año, solo se financiaron 2200 millones, mientras que se calcula que el sector sojero retiene granos por un valor cercano a los 2500 millones, según datos oficiales.

Las presiones sobre los dólares continuarán. Por eso la muñeca política del Central y del Mecon, quienes también buscan contener a los Fondos Comunes de Inversión, se medirá día a día.