El futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, señaló que un dólar a $650 “sería un valor razonable” y durante la jornada del lunes, el arranque de la última semana antes del cambio de gobierno, las cotizaciones paralelas mostraron bajas relevantes. En sintonía, los contratos en el mercado de futuros presentaron caídas en todas sus variantes para el año que viene y cerraron con una contracción del 1,4% en $740,40 a diciembre. Las expectativas apuntan a que el presidente electo, Javier Milei, logre achicar la brecha cambiaria y lleve a cabo una devaluación relativamente controlada, que ubique al dólar oficial entre $600 y $700, sin una liberación total del cepo.

Estas operaciones, mayormente a la baja en el mercado paralelo, coincidieron con las declaraciones que realizó Francos el domingo por la noche con el fin de llevar calma tanto a los mercados como a los ahorristas: “Yo me quedaría tranquilo con el dólar. No veo un motivo por el cual tiene que haber una disparada, más allá de que Javier explico que hay un exceso de pesos”.

“Cuando uno ve la historia del dólar en los últimos años, ve que podría estar en $600/$650. Ese sería un valor razonable, no digo que ese vaya a ser el valor, porque el dólar libre, el dólar de la especulación, el dólar blue, es producto de las expectativas. Cuando uno analiza los valores reales en los que debería estar, yo creo que un valor razonable es más o menos es eso”, analizó Francos y remarcó: “No hay que sobrevaluar las expectativas porque después se come un golpe”.

Por su parte, las apuestas de dólar futuro arrancaron la semana con bajas de hasta 4,6% para todas sus posiciones a 2024. Para diciembre, los contratos cayeron un 1,4% y pautaron un dólar a $741,40, es decir, que hubo una contracción en el horizonte de devaluación previsto por el mercado, que puso un precio más cercano al que estimó Francos. Mirar el último mes del año es importante porque es el que tiene la mayor cantidad de contratos pautados.

El director de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño, consideró: “Tanto los futuros como los paralelos están buscando los puntos iniciales del nuevo esquema cambiario. Si hay simplificación del cepo y quita de impuestos, al menos de percepciones, la brecha debería bajar, si hay credibilidad también“.

El dólar oficial mayorista cerró a $362,45 y subió $1,35 en la jornada. De este modo, el spread con el resto de las cotizaciones quedó en 157% con el dólar blue; 146% con el CCL y 152% con el MEP.

Para Caamaño, los operadores están esperando al discurso de asunción de Javier Milei y alguna definición de “cómo va a seguir el control de cambios” y aclaró que todo “depende de cuáles vayan a ser las restricciones”, porque el presidente electo descartó la apertura total del cepo a menos “hasta que se resuelva el problema de la bola de Leliq”.

“Algo de brecha va a haber. La brecha estaría en torno a 40%, mucho más bajo que la actual, habría un achicamiento con el dólar oficial subiendo, pero el mercado está buscando cuál será ese punto de partida. El mercado está buscando una devaluación del dólar oficial, por eso los futuros se movieron a la zona de $740 y el blue y el CCL se están moviendo entre $800 y $900″, destacó.

Al respecto, la consultora LCG analizó que “los ajustes a la baja parecerían estar obedeciendo a cuestiones varias: un mercado optimista por la designación de un ministro de Economía afín (Luis Caputo), la confirmación de la promesa de respetar los contratos y una mayor oferta en la rueda de CCL a partir de la modificación del esquema exportador virando del 70/30 a 50/50“.

En esa línea, el economista Gustavo Ber aseguró que “los operadores siguen monitoreando cómo arrancaría la nueva gestión en la plaza cambiaria, donde no se descarta (en el dólar oficial) un reacomodamiento hacia la zona de los $ 600 / 700, en busca de ir normalizando la operatoria, así como de reducir la brecha hacia el 50%“.

“En esta ocasión, los dólares financieros se toman un respiro tras el último reacomodamiento hasta niveles del orden de los $ 900, toda vez que la acelerada inflación y el envión monetario continuarían empujando la nominalidad de la economía, más en medio de una estrategia de normalización de precios relativos”, observó.