La semana pasada, funcionarios de Desarrollo Productivo se vieron con sus pares de la cartera de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, por la existencia de trabas y el desequilibrio de la balanza bilateral desde hace dos décadas. “Reconocen las regulaciones nocivas pero piden bajar el número de licencias no automáticas de la Argentina porque consideran que son muchas”, expresaron en Cancillería.

Por su parte, Brasil tomó nota del pedido nacional y respondió en forma positiva. “Se agilizará el ingreso de mercaderías pero por su parte, quiere menos licencias no automáticas”, señalaron. Las licencias automáticas representan casi el 70% de las importaciones de Argentina, mayoritariamente insumos o bienes intermedios que no cuentan con fabricación local.

Este tipo de licencias -como su nombre lo indica- entra sin demoras a la Argentina, mientras que las no automáticas puede extenderse hasta 60 días corridos.

Definición inminente

De acuerdo con la comunicación intergubernamntal, se aprobarían los pedidos de Argentina –como anticipó este medio-para acelerar el comercio: las barreras no arancelarias que afectan a la importante cadena vitivinícola argentina y que impactan en la exportación de mosto de uva a granel.

Si el Gobierno, a su vez, revisa y modifica el sistema de licencias, Brasil registrará agroquímicos argentinos; y no impondrá impuestos o bajará alícuotas sobre las exportaciones argentinas de servicios y de productos digitales que afectan a uno de los sectores más competitivos.