El Gobierno oficializó la reducción de los aranceles que se aplican a la importación de heladeras, lavarropas, neumáticos, insumos plásticos, además de fertilizantes y herbicidas. En el caso de los dos primeros, los redujo de 35% a 20%, mientras que en los neumáticos los llevaron a 16%. A los plásticos se los redujo del 12,6% a 6%.

Según el oficialismo, la medida redundará “en una baja de precios locales” y permitirá “una mayor competencia en el mercado”. La baja de aranceles apunta a alinearse con la política de los países del Mercosur. Respecto de la baja de los aranceles en los neumáticos, agregaron que esto redundará en menores precios finales para los consumidores al tratarse de un insumo esencial para las empresas de flete y transporte de personas.

En el caso del plástico, la reducción se aplicó sobre los productos de polipropileno, polietileno y PVC y llevó los aranceles del 12,6% al 6%.

El Gobierno argumentó que esto disminuye a “más de la mitad los costos de importación de las empresas” y beneficiará a los consumidores “que demandan bienes fabricados con insumos plásticos, que van desde los envases para alimentos, productos de higiene personal y limpieza, hasta electrodomésticos y juguetes”.

Fuentes de la Unión Industrial Argentina (UIA) señalaron que analizan la medida porque afectará a algunos sectores, pero implicará beneficios para otros, por lo que consideran que corresponde que primero se manifiesten las cámaras. Sin embargo, subrayaron que una reducción de aranceles debe estar acompañada por una baja de impuestos y una macroeconomía ordenada para no generar problemas en las cadenas de valor locales.

El presidente de la Cámara Argentina de Refrigeración y Aire Acondicionado (CAIRAA), Sergio Doldán, destacó que la industria necesita que se generen condiciones de competitividad: “No estamos en contra de que se abra el mercado pero para ello sería necesario que las empresas puedan competir en igualdad de condiciones con otros países. Una baja de aranceles en estas condiciones es perjudicial para los industriales argentinos, que han invertido muy fuerte en los últimos años”.

“Tanto heladeras cómo lavarropas son industrias sensibles, de mano de obra intensiva y estratégicas que, por razones estructurales tienen condiciones que dificultan su competencia”, dijo Doldán y explicó: “La carga impositiva es muy alta, las líneas de crédito para nuevos proyectos son escasas y caras, se le suma el elevado costo de logística, a su vez los insumos productivos importados se pagan a precios en dólares más altos que en el resto del mundo. Con esas condiciones, resulta difícil producir acá y competir con el mundo y por eso tenían los aranceles del 35%”.

Doldán agregó que consideran que esta medida provocará una mayor participación de productos terminados importados en un mercado que ya registra una caída de ventas en torno al 60% interanual en lo que va del año. Este sector además se compone por más de 14.000 trabajadores distribuidos entre grandes y medianas empresas.

“Esto perjudica a la industria nacional”, dijo el presidente de Industriales PyMEs Argentinos, Daniel Rosato. “Tanto en fabricación de neumáticos, línea blanca y plásticos, Argentina tiene impuestos que los fabricantes del exterior no, tienen otras condiciones que nosotros no tenemos y nos hacen menos competitivos”.

“Lo que tiene que hacer el Gobierno para que bajen los precios de estos productos es bajar los costos a nivel nacional, eso tiene que regular en los precios internos. Por más que bajen los precios en las importaciones no van a bajar acá porque hay un piso y más de ese piso no van a ir. La política industrial pasa por generar condiciones de competitividad para el mercado interno“, agregó Rosato.

Desde el sector del neumático advirtieron que la medida implicará un perjuicio para los productores en todo el Mercosur y un beneficio para los productores chinos.

Precio de venta

Además destacaron que no se traducirá necesariamente en una baja del precio de venta, sino que incrementará los márgenes de los proveedores extrazona. Consideran que también esto va a exacerbar la tendencia de los últimos años de aumento de las importaciones de neumáticos provenientes de China y generaría una “inundación” que pondría en riesgo a la industria local y a su empleo asociado.

Agregaron que Argentina, a diferencia de Brasil, tiene políticas antidumping menos robustas: mientras que en nuestro país ascenderían el 16% de protección arancelaria, en el país vecino ascienden al 50%.

Sin embargo, destacaron que la “mayor falacia” es la pretensión de que esto implicará que se igualen las condiciones con otros países ya que la producción local cuenta con impuestos distorsivos, restricciones del Banco Central para el acceso de divisas, lo que según ellos encarece los pagos a proveedores, aranceles a la importación de materias primas, ineficiencias estructurales del país y el pago de derechos de exportación, incluso dentro del bloque comercial.

Fuente: El Cronista

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