Ante la incertidumbre, una estrategia recomendable para los propietarios de carga es la flexibilización de los acuerdos
La industria marítima en estos días es escenario de intensas negociaciones de contratos de transporte marítimo a largo plazo. Propietarios beneficiarios de la carga (BCOs) y Operadores de Transporte No Propietarios de Buques (NVOCC) se esfuerzan por comprender las implicaciones de las nuevas estructuras de alianza y lo que esto significa para sus compromisos y previsiones anuales. “Este período de negociaciones es particularmente complejo, ya que las empresas deben adaptarse a un mercado en rápida evolución”, destaca el analista de la industria portuaria y marítima, Jon Monroe.
Por otro lado, uno de los principales desafíos, explica, es la constante incertidumbre sobre dónde podrían afectar los aranceles próximamente. Señala que hasta ahora estas interrogantes siguen sin respuesta, mientras los propietarios de carga se preguntan cómo afectarían dichos aranceles a sus cadenas de suministro y a su estructura general de costos.
Una preocupación adicional al respecto sostiene, es la magnitud de estos posibles aranceles: “¿serán aumentos moderados o serán lo suficientemente sustanciales como para modificar las decisiones de abastecimiento y fabricación? Ante la creciente importancia de estas preguntas, la falta de claridad ha dificultado a las empresas prever con precisión las necesidades de su cadena de suministro”, apunta.
Según Monroe el riesgo de que se implementen cambios arancelarios de forma repentina, con poca o ninguna advertencia, significa que las compañías se enfrentan a un nuevo nivel de instabilidad en su planificación a largo plazo. “Sin conocer el alcance total del impacto arancelario, los BCOs de encuentran atrapados entre la necesidad de comprometer capacidad con las líneas navieras y el deseo de mantener la flexibilidad ante cambios repentinos en el panorama comercial”.
Al ahondar en la reacción de los BCOs ante las amenazas arancelarias, Monroe indica que en EE. UU. hay importadores con sus cargas ya en tránsito, pero que también hay quienes incluso están considerando abandonar sus embarques debido al posible impacto de los aranceles.
De acuerdo con el analista, los aranceles prometidos afectan a una amplia gama de industrias, desde contratistas hasta concesionarios de automotoras. En ese sentido expone que “las preguntas clave que se ciernen sobre todos son: ¿Derivarán el retail y los importadores estos costos adicionales a los consumidores? ¿Los consumidores comenzarán a reducir su gasto discrecional? De ser así, esto podría paralizar muchas decisiones y proyectos”, sostiene.
Cual sean los aranceles aplicados, para Monroe “es evidente que, ya sea parcial o totalmente, éstos aumentarán inevitablemente el costo de los productos para todos” y recalca que “el mayor desafío con los aranceles es la naturaleza impredecible y fluctuante de su implementación bajo la administración Trump, y la incertidumbre constante sobre dónde se enfocarán próximamente”.
¿Qué estrategia deben seguir los BCOs?
Dado el posible impacto de aranceles, el analista indica una serie de recomendaciones a los BCOs a la hora de asumir las negociaciones de contratos a largo plazo con las líneas navieras:
- Equilibrar los Compromisos de Cantidad Mínima (MQC): Decidir cuánta carga comprometer, pero asegurando al mismo tiempo de tener suficiente flexibilidad para acceder al mercado spot si cambian las condiciones o las tarifas.
- Dividir la asignación de carga entre líneas navieras y NVOCC: Comprometer entre el 50% y el 60% del volumen con las líneas navieras, dejando el resto a los NVOCC. Este enfoque distribuye el riesgo y ofrece cierta flexibilidad para utilizar las tarifas spot.
- Evitar las cláusulas de recargo mutuo por temporada alta (PSS): Asegurar de no verse obligado a aplicar cláusulas de recargo mutuo por temporada alta (PSS) puede ayudar a evitar añadir costos inesperados durante el peak de temporada.
- Flexibilizar los sus acuerdos: Al negociar con las líneas navieras, se debe considerar la opción de modificar los contratos para agregar rutas si la fábrica o red de abastecimiento cambia con el tiempo.
- Asegurar un espacio mínimo garantizado, con espacio para más: Es recomendable comprometer una asignación mínima de espacio para asegurar la priorización del embarque de los bienes, pero manteniendo la flexibilidad para espacio adicional si es necesario.
Finalmente, Jon Monroe reitera que un entorno donde los aranceles podrían aplicarse en cualquier momento podría elevaría los costos de importación. En ese sentido, una estrategia útil podría ser reducir los volúmenes de MQC. Esta estrategia, indica, le permitiría a los BCOs, rescindir contratos con mayor facilidad si los costos relacionados con los aranceles aumentan, permitiéndoles adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado sin verse obligados a aceptar condiciones desfavorables.
Por Mundo Maritimo