El dólar voló en Brasil y llegó a superar los 6 reales. El fin del Impuesto PAIS abarata las importaciones y el peso ya tocó los niveles de diciembre de 2023. Más medidas para desarticular el cepo comercial
Se profundiza el “efecto caipirinha”
El dólar voló 3,5% en dos días y superó los 6 reales por primera vez en su historia el último jueves. El viernes se recuperó, pero sigue la incertidumbre. El tipo de cambio real bilateral encuentra al peso en su momento de mayor apreciación de la historia. Las grandes agencias hablan de una “invasión de argentinos” en Río de Janeiro. Nunca Brasil estuvo tan barato.
Chau cepo comercial
El “efecto caipirinha” llega justo en pleno proceso de apertura. El Gobierno avanza de forma acelerada en desmantelar el cepo comercial. De un acceso al mercado de cambios en cuatro cuotas se avanzó paulatinamente a una normalización que permite hoy pagar importaciones a 30 días.
Diciembre arranca con el Impuesto PAIS como una anécdota del pasado. Es otra forma de abaratar las importaciones y una protección menos para los fabricantes locales que ya vieron desaparecer las licencias no automáticas, los valores criterio de la Aduana, los aranceles diferenciales en algunos productos y las normas de calidad en otros.
“Todas las semanas se flexibiliza algo del cepo. A veces es más visto y otras menos dependiendo del impacto de la transacción que afecta”, explicó a Ámbito un funcionario de primera línea del equipo económico. Uno de los próximos pasos sería justamente permitir el pago al contado de las compras al exterior. Algo que ahora solo rige para un puñado de sectores muy específicos como la energía.
El súper peso avanza
Todo se da en medio de un riesgoso proceso de apreciación cambiaria. El índice del tipo de cambio real multilateral ya alcanzó los niveles previos a la devaluación de diciembre pasado. Los empresarios de la Unión Industrial Argentina aseguran que la producción local se encarece porque el “costo argentino”, no baja.
La preocupación por el triple impacto: devaluación del real, apreciación del peso y nuevas aperturas, tiene varios focos. La posible pérdida de mercados de exportación por la caída en la competitividad, las menores ventas a Brasil por el riesgo de una recesión y la llegada masiva de productos excedentes del país vecino por el mismo motivo.
Al margen de los barquinazos de la política exterior, Argentina no estuvo ni está aislada del mundo. Menos de su principal socio comercial. Desde donde llegó una multitud de hinchas de Botafogo y Atlético Mineiro para vivir la final de la Copa Libertadores. Los fanáticos que hace un año rompían billetes argentinos, este fin de semana se quejaron en distintos reportajes de los precios locales. Brasil, decime qué se siente.
Por Andrés Lerner (Ámbito)