Fue por la demanda de energía y las compras de bienes y servicios. El turismo sigue en la mira de las autoridades
Un dato que encendió el alerta es que las importaciones de junio sumaron US$ 8.500 millones, según fuentes oficiales. La cifra supera el récord de US$ 7.800 millones de mayo y es el mayor registro para el mes en más de 30 años desde el inicio de la serie del INDEC en 1992. La principal causa del incremento apuntada por las autoridades es la compra de US$2.000 millones en energía en mayo y junio, un número que podría empeorar en julio por el pico de frío.
“Estamos importando alrededor de US$2.000 millones de energía al mes y el total de importaciones es de US$ 8.000 millones. Si no tuviéramos que importar energía las importaciones estarían en el orden de los US$ 6.000 millones, que es una cifra perfectamente manejable con este nivel de exportaciones”, aseguró en las últimas horas el titular del BCRA y apuntó al aumento del precio de la energía que, en comparación con 2021, creció en un 200%.
En el equipo económico, piensan que hay que pasar un “puente” hasta que afloje la mayor demanda de energía por el invierno. Scioli les prometió la semana pasada a los empresarios de Brasil que ese plazo concluirá en 60 días, a mediados de septiembre. Las automotrices agradecen que les permitan manejar sus cupos para acceder a dólares con las autopartistas. Después de la energía, el sector registró los mayores pagos por importaciones en mayo.
Para compensar el desbalance, ahora buscan reducir el déficit comercial con Brasil con un convenio vigente, nunca puesto en práctica, para que el comercio bilateral se pague en moneda local y el intercambio de dólares pueda postergarse por dos o tres meses. Scioli lo habló con el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, y tendría el aval de la UIA y la central homóloga en ese país, la FIESP. Pesce lo tratará en agosto con su par del país vecino.
En el Banco Central, temen que la escasez de reservas se extienda hasta principios de octubre, entre otros motivos, por la demora de los productores en vender US$ 2.500 millones de granos, fundamentalmente soja. Para evitarlo, el titular del BCRA trabaja con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, en acelerar el ingreso de dólares. La semana pasada, apuró la suba del dólar a un ritmo efectivo del 76% anual, aunque por debajo a la inflación prevista.
El deslizamiento del tipo de cambio coincidió la semana pasada con el anuncio del paquete fiscal para limitar el gasto y el endurecimiento del cepo mediante el encarecimiento del dólar tarjeta. El torniquete le permitió al Central acumular compras solo por US$ 90 millones, sin calmar a los mercados: el blue cerró a $ 293 y el contado con liqui superó los $ 301,5 el viernes pasado. Así, los dólares paralelos ya subieron más de un 40% en el año.
El nuevo dato de importaciones podría llevar al gobierno a definir nuevas medidas, con foco en el turismo. En los primeros seis meses ingresaron al país US$1.300 millones por ese rubro y US$ 218 millones en junio, un 80% más que en la pandemia. La ministra de Economía considera que se podrían capturar más dólares si los turistas extranjeros cambiaran sus divisas al valor de referencia de $127,31, en lugar de hacerlo en cuevas o con arbolitos al blue.
La brecha cambiaria, en torno al 130%, desincentiva la liquidación de divisas tanto por los turistas extranjeros como por los exportadores. Y, a la vez, alienta el sobre stockeo y la subfacturación de importaciones, como denunció este domingo la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. No es el único rubro con problemas: algunos productos informáticos importados ya se cotizan al contado al blue a nivel mayorista, una forma de no venderlos.
Juan Manuel Barca (Clarín)