En septiembre, la caja de ARCA sintió el impacto de la supresión de retenciones para el campo. Pero una explosiva suba de importaciones emparejó la cuenta

Contra todos los pronósticos, la recaudación tributaria de septiembre le trajo una alegría al gobierno: a pesar de que hubo una caída interanual -algo previsible por el “tax holiday” para los exportadores del agro- hubo datos alentadores en el IVA, en Ganancias y en aportes a la seguridad social, algo que atenúa la expectativa de una recesión.

Pero acaso lo más sorprendente sea que el desplome en el ingreso por retenciones a la exportación casi se vio neutralizado por el espectacular aumento en las importaciones. Puesto en números, lo recaudado por derechos de exportación cayó un 20% en términos reales interanuales, con lo que contribuyó con un 3,6% al total de la “torta” impositiva. En julio, el mejor mes de este año, cuando salió la mayor parte de la cosecha gruesa, su aporte había sido de 6,8%.

Por el contrario, los aranceles a la importación tuvieron una suba explosiva, de 76,5% en términos nominales y 34% si se descuenta la inflación. De esta manera, su contribución al total recaudado fue de 4,6%, mientras que el año atrás sólo representaba un 3,1%.

Todavía no se conoce el detalle de las importaciones de septiembre, pero lo que presumen los analistas es que haya ocurrido un adelanto en las compras desde el exterior con la intención de agrandar los stocks de mercadería. Es un fenómeno típico de los momentos de volatilidad cambiaria, en los que se generan expectativas devaluatorias.

Lo cierto es que, cuando se coteja la cifra en pesos que dejó de entrar al ARCA por retenciones y el monto que se incrementó por aranceles a la importación, el resultado es prácticamente neutro.

Señales de actividad, pese a todo

Si el “efecto retenciones” fue menor al esperado, ¿qué fue lo que hizo que la recaudación cayera un 8,7% en términos reales? Hubo reducciones ya previstas en rubros que el año pasado habían tenido un peso considerable, como el impuesto a los Bienes Personales y el ya extingido impuesto PAIS. Entre los dos, hace un año representaban el 10% de la recaudación y ahora no llegaron al 1%.

En realidad, lo excepcional había sido el ingreso de Bienes Personales de hace un año, por el contexto de incentivo fiscal para quienes adelantaran pagos. Si en el cálculo general se exceptuara la incidencia de este impuesto, entonces la caída interanual de la recaudación no sería tan grave, sino que se limitaría a un 2%, según estimó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

La parte positiva del informe tributario de septiembre fue la recaudación del IVA, el impuesto por excelencia ligado a la actividad comercial e industrial. El ingreso del “IVA impositivo” -que excluye el que se cobra en la Aduana por importaciones- tuvo una leve suba interanual de 0,6%. Desde ya que no es un número para la euforia, pero si se tiene en cuenta que el último informe fiscal de la secretaría de Hacienda había marcado un descenso de 7,5% en términos reales, no deja de aportar alivio.

Este nivel de IVA estaría indicando que, pese a la percepción de un freno en el consumo y en la producción, la economía todavía no está ingresando en una fase recesiva.

Como para corroborar esa suposición, fue también alentador el dato de los aportes al sistema de seguridad social, un rubro en el que se registró una mejora interanual real de 4,4%. Y particularmente, el renglón de aportes personales tuvo una mejora de 5,7%

En cuando al otro rubro importante de la recaudación, el impuesto a las Ganancias, la variación interanual fue una suba de 3%. De esta manera, este tributo, que hace un año representaba un 16,7% del ingreso total -recién se había reestablecido el impuesto para los asalariados de la franja alta- continúa recuperando su incidencia. Ahora ya representa un 19% de la recaudación, y se acerca a su promedio histórico de 22%.

Por Fernando Gutiérrez (iProfesional)

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