Durante su participación en el ciclo Economía & Comex, transmitido por GlobalPorts Canal, la especialista en comercio exterior Agustina Centeno, de Consultora Dieva, analizó los efectos de la eliminación del Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) y otras medidas recientes adoptadas por el gobierno argentino en materia de comercio exterior.
Si bien la eliminación del SEDI fue ampliamente celebrada por los operadores del sector por representar un avance en la desburocratización y facilitación de importaciones, Centeno advirtió que la presión tributaria sigue siendo el mayor obstáculo para la competitividad de las empresas importadoras en el país.
Eliminación del SEDI: un avance en la simplificación del comercio exterior
El SEDI, un trámite administrativo que los importadores debían cumplimentar sin aportar un valor real al proceso de importación, fue eliminado recientemente por el Gobierno Nacional. Según Centeno, esta medida agiliza los procedimientos y reduce costos innecesarios, al eliminar una instancia burocrática que no tenía impacto técnico ni operativo sobre la fiscalización del comercio exterior.
La especialista destacó otros cambios recientes en la normativa aduanera, como la suspensión de restricciones en los certificados de exclusión de percepciones de IVA y Ganancias y la eliminación de la certificación eléctrica obligatoria para determinados productos importados.
Estructura impositiva: el verdadero desafío para los importadores
A pesar de la simplificación administrativa, Centeno enfatizó que los costos impositivos continúan siendo el principal problema para el sector. Actualmente, los importadores deben afrontar:
- 21% de IVA,
- 20% de IVA adicional,
- 6% de percepción de Ganancias,
- 3% de Ingresos Brutos,
lo que encarece considerablemente las operaciones y afecta la rentabilidad de las empresas.
En relación con la restauración de los certificados de exclusión de percepciones, Centeno explicó que esta medida impacta directamente en el flujo de caja de las empresas, ya que anteriormente muchas compañías se veían obligadas a realizar anticipos impositivos elevados, afectando su capital de trabajo. Con la nueva normativa, las firmas que cumplan con los requisitos podrán solicitar la eximición o reducción de estas percepciones, lo que representa un alivio financiero significativo.
Eliminación de la certificación eléctrica obligatoria: reducción de costos y barreras técnicas
Otro de los aspectos analizados por Centeno fue la eliminación de la certificación eléctrica obligatoria para productos importados que ya cuentan con normativas internacionales de seguridad. Según la consultora, esta exigencia constituía una barrera paraarancelaria, ya que obligaba a revalidar productos que ya habían sido certificados bajo estándares de países con regulaciones estrictas, generando demoras y costos adicionales.
Al suprimir este requisito para determinados bienes, se agiliza el ingreso de productos al mercado, se reducen costos operativos y se mantiene la seguridad para el consumidor sin generar trabas innecesarias.
Si bien las medidas adoptadas en los últimos meses han supuesto un avance en términos de simplificación del comercio exterior y reducción de costos administrativos, Centeno concluyó que la estructura impositiva sigue representando el mayor obstáculo para los importadores.
“El sector necesita reglas claras y estables que fomenten la actividad y la inversión. Cada medida que elimine trabas y costos administrativos es un paso en la dirección correcta, pero el verdadero desafío sigue siendo la carga tributaria. Esperemos que el gobierno continúe avanzando en esta línea”, concluyó la especialista.
Fuente: GlobalPorts Canal – Economía & Comex.