Atraer dólares parece una política de Estado que cruza la grieta, sin embargo, los empresarios advierten por las medidas de emergencia y cambios en las normativas. Las razones del techo de la actividad y la destrucción de empresas exportadoras
Cómo síntoma de un cuadro que empeora, en los últimos 15 años, la cantidad de empresas exportadoras bajó que 14.500 a 9.600, un dato duro que refleja, además, perdida de participación en mercados externos.” Del (ya pequeño) share de 0.43% de las exportaciones mundiales que teníamos en 2012, hemos entregado un 19%, para pasar a solo 0.35 % en 2021″, describen desde la CERA.
Una tabla que compara la evolución de “nacimiento” y “permanencia” de las firmas exportadoras, parte de 47% de creación de nuevas empresas con una tasa de 68% de sobrevida, en 1995. La primer variable se estabilizó en torno al 30 % con una permanencia de 69% para mostrar un pico de 45% en 2002, con la crisis económica.
En adelante, la cantidad de nuevas empresas osciló en el 20% con picos de permanencia de 78% entre 2010 y 2011 y 79% en 2016, descendiendo a 78% en 2018 y a 77% en 2019, antes de la pandemia.
Con datos provisorios del 2021/2022, desde la CERA interpretan que el nivel de permanencia se sostiene pero con un mayor grado de concentración de las empresas que operan en el comercio internacional, y además destacan la baja incorporación de nuevas empresas al escenario exportador pese al lugar preponderante que ocupa el “potencial exportador” en los discursos políticos.
El alza del precio de los alimentos a raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia empujó las exportaciones argentinas, que llegaron a un récord de u$s 52.151 entre enero y julio con un crecimiento interanual de 22,3%. Aunque la racha se cortó en agosto, creció en septiembre con la sobre liquidación del “dólar soja” y el Gobierno se entusiasma con alcanzar los u$s 100.000 millones, lo que superaría el registro más alto hasta el momento, de 2011.
Frente al estancamiento que muestran el rubro “combustibles y lubricantes” y las manufacturas de origen agropecuario, junto a la caída de las ventas de origen industrial, en contraste, el “único logro concreto” se ha alcanzado en productos primarios, con un crecimiento sostenido, en un margen de “volatilidades entendibles”.
TECHO EXPORTADOR
Según un informe de Abeceb, en mayo, junio y julio las ventas al exterior evolucionaron en valor pero se contrajeron las cantidades exportadas, mientras que en el octavo mes del año, la caída de los volúmenes llegó al 16,9% interanual superando el aumento de los precios de 11,9%.
Pese al contexto de volatilidad coyuntural en el escenario global, un documento de la CERA al que accedió El Cronista muestra el peso de las regulaciones en las operaciones de comercio exterior. “El cambio de normativas en la que el exportador argentino ha tenido y debe navegar ha sido constante y la política impositiva que se le ha aplicado ha sido contradictoria”, resumió Landa.
De acuerdo con el Banco Mundial, solo 6 países tienen una recaudación de impuestos a la exportación superior a la Argentina, donde representa el 9% de los recursos tributarios.
Desde el sector privado reconocen la eliminación y baja de alícuotas en un gran número de partidas arancelarias entre 2019 y 2022, sin embargo reflejan que son poco significativas ya que el 30% de las partidas que se redujeron a cero solo representan el 16% de la exportación.
En ese sentido, el informe añade que, no sólo los derechos de exportación (DEX) son elevados, sino que “imprevisibles”: entre 2019 y 2022, según precisa, hubo 2 normativas (decretos o resoluciones) cada 3 meses que modificaron los DEX.
SIN RUMBO
En enero de 2022, a través de la Resolución General Conjunta N° 4368/2018 la AFIP implementó la determinación de “Capacidad Económica Financiera” de las empresas, la cual “condicionó las importaciones” y provocó una “turbulencia temporal en el primer trimestre”, apuntó Landa.
Recientemente, añadió el dirigente empresario, “entre las decenas de este último semestre se introdujo la Comunicación “A” 7532 del BCRA“, que -según explicó- “básicamente termina por provocar un incremento en los costos de financiamiento de la operatoria productiva o a bajar el nivel de actividad mediante menor importación de insumos”.
Luego de repasar las normas, sus complementos y modificaciones, el titular de la entidad que nuclea exportadores de todo el país opinó que “la destrucción de credibilidad en el sector externo, el desincentivo a la producción frente al agravamiento del riesgo e incertidumbre no son variables que pueden discutirse e ir ajustando sobre la marcha“.
De cara a la necesidad de cuidar los dólares, para mejorar la posición del Banco Central, los empresarios exportadores proponen alejarse de las “soluciones de caja de cortísimo plazo” y proponen un análisis profundo de la coyuntura. En ese sentido, apuntan a la cancelación de capital e intereses del Gobierno nacional y el incremento de 189% interanual de las importaciones de Combustibles (en el primer semestre), como la principal causa de pérdida de divisas.