La Argentina hoy tiene una postura aperturista, con la gestión Mile
Mientras la Argentina hoy tiene una posición aperturista (parecida a la de Jair Bolsonaro/Guedes en Brasil en su momento), ahora es la Unión Europea la que muestra diferencias internas con un frente liderado por Francia.
“La Unión Europea muestra una realidad ambigua; necesita algunas cosas y su frente interno es – te diría – más complejo que el del Mercosur”, plantearon fuentes diplomáticas a BAE Negocios.
“Francia ha permeado el servicio exterior de la UE con franceses (no necesariamente diplomáticos) que defienden los intereses de Francia por sobre los de la UE y como su energía proviene de reactores nucleares y no de gas, tiene un poder de negociación sobre otros Estados de la UE que es muy fuerte y no depende de su situación relativa o de su PBI”, sentenciaron desde el Palacio San Martín.
No obstante, los europeos necesitan el acuerdo. La onda verde por su parte está perdiendo fuerza, pero Francia se encarga de mantener las trabas contra la apertura del comercio agrícola.
Rechazo de agricultores
Las negociaciones para concretar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur siguen generando un fuerte rechazo entre los principales gremios agropecuarios de países como Francia, Alemania, España e Italia. Las críticas se centran en la competencia desleal que, según denuncian, podría perjudicar a los agricultores europeos frente a productos sudamericanos con estándares ambientales y sanitarios menos rigurosos.
El tratado permitiría a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay ampliar sus cuotas de exportación de carne, miel, azúcar y otros productos hacia la UE, aumentando la presión sobre sectores agrícolas europeos que enfrentan costos más elevados y mayores exigencias regulatorias.
El organismo Copa-Cogeca, que agrupa a los principales sindicatos del sector agrícola de la UE, instó a la Comisión Europea (CE) a “reevaluar” el proyecto y priorizar “una política comercial que defiende las rigurosas normas de la agricultura europea”.
Francia
Francia, el mayor productor agrícola del continente, lidera la resistencia al acuerdo. Organizaciones del sector convocaron a movilizaciones masivas en un contexto de crisis agrícola. “Una auditoría de la UE reveló deficiencias en los controles sanitarios de Brasil, pero la Comisión Europea sigue adelante con el acceso adicional de 99.000 toneladas de carne vacuna sudamericana”, denunció la Federación Nacional Bovina.
El presidente Emmanuel Macron, durante una visita a Buenos Aires, afirmó que su gobierno no apoyará el tratado “tal como está planteado”, y expresó dudas sobre su aprobación sin el respaldo de París.
En Alemania, el cambio de gobierno cambió la perspectiva. Mientras Angela Merkel se mostraba crítica al acuerdo por la deforestación amazónica, Olaf Scholz busca impulsarlo para favorecer las exportaciones industriales. Sin embargo, gremios como la Asociación Alemana de Agricultores (DBV) advierten que “la agricultura de la UE no puede competir con los estándares del siglo pasado”.
Por Francisco Martirena (Bae Negocios)