En este escenario, fuentes del Mercosur y de EFTA señalaron a BAE Negocios que “luego de la firma, quedó trazada una hoja de ruta en algunos temas como reglas de origen e indicaciones geográficas”, junto a “ciertas concesiones que debe hacer puntualmente Suiza y donde se espera buena voluntad”.
Para las fuentes consultadas, “el acuerdo está firmado y no corre peligro más allá de algunas discrepancias”. Los cuatros países que integran la zona de libre comercio de la EFTA configuran un mercado de 14 millones de habitantes y las exportaciones del Mercosur superan los USD3.000 millones en los últimos años.
El bloque sudamericano busca potenciar principalmente la colocación de productos agroindustriales en Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, y estas naciones pretenden una apertura en los segmentos industriales del Mercosur. Fuentes al tanto de las negociaciones señalan que la aspiración del Mercosur es un plazo de liberalización de 12 a 15 años.
Como sucede con la negociación cerrada con la Unión Europea, para la administración de Alberto Fernández, el acuerdo con EFTA también es malo pero irreversible, aunque infinitamente menos dañino para la economía local por el tamaño de los mercados. Como sucede con la mayoría de los acuerdos, se liberalizaría el 90% del comercio con excepciones en el 10% de los productos.
Contactos bilaterales
La Asociación Europea de Libre Cambio fue creada el 4 de enero de 1960 por la Convención de Estocolmo, como alternativa a la Comunidad Económica Europea (1957); e inicialmente estuvo integrada por Austria, Dinamarca, Reino Unido, Noruega, Portugal, Suecia y Suiza. El bloque entró en vigor en junio de 1960. Efta tiene acuerdos con México y Chile, entre muchos otros.
La Comisión Permanente de Comercio e Industria del Parlamento noruego se encuentra en el marco de una gira sudamericana que incluyó también una escala en Brasil. Noruega representa para la Argentina un inversor relevante en materia de energías convencionales y renovables, así como el segundo destino en Europa de nuestras exportaciones de pescados y crustáceos.
Todesca Bocco destacó la estabilidad y permanencia del vínculo económico y comercial bilateral, así como el gran potencial existente para la profundización del intercambio de bienes y servicios entre ambos países, y las múltiples oportunidades para la generación de nuevos proyectos de inversión, particularmente en los sectores de energía, minería, biotecnología, pesca y forestal.
Por Francisco Martirena (Bae Negocios)