Analistas granarios consultados por este medio coincidieron en que esta mejora en la performance exportadora se explica a partir de las ventas de aceite de sojamaíz y aceite de girasol. El precio de los commodities, aunque viene con oscilaciones, se mantiene en valores elevados, impulsados por el conflicto bélico en la región del Mar Negro.

En este contexto, la duda que persiste por parte de las terminales portuarias del up river rosarino radican en la dificultad para hacerse de materia prima para abastecer la molienda y generar saldos exportables de harina y aceite de soja.

Este dato de liquidación de divisas, que representa un récord absoluto para el sector agroindustrial, se conoce mientras el Gobierno busca engrosar su nivel de reservas, para cumplir con la metas pactadas con el FMI. En los dos últimos días, el Banco Central vendió USD205 millones y luce complicado.

Si bien la industria sigue batiendo récords, también remarcaron que las ventas incluso podrían ser más elevadas. “El ingreso de divisas podría haber sido mayor, si no tuviéramos los problemas de condicionamiento de volúmenes de exportación”, explicaron desde Ciara-CEC a BAE Negocios. En el caso del maíz, destacaron que el campo se encuentra en plena cosecha y los volúmenes de equilibrio fijados por el Gobierno reducen las posibilidades. “La inestabilidad cambiaria lleva a que los productores vendan menos soja, por lo tanto tampoco podemos vender más harina y aceite”, advirtieron.

Sebastián Salvaro, analista de la consultora AZ Group, destacó que si bien los volúmenes de ventas están en niveles similares o apenas por debajo del mismo mes del año pasado, el buen escenario de precios internacionales y la demanda de subproductos del complejo oleaginoso impulsó los despachos. “El aceite de soja tiene mucha demanda y vale un 80% en relación al año pasado”, indicó.

Para el especialista, el grueso de las ventas del mes de mayo correspondieron a aceite de soja. Este subproducto es el de mejor precio en el complejo sojero, y ayer en Chicago cerró a USD1.792 la tonelada. En segundo lugar, ubicó al maíz y en el tercer puesto, el aceite de girasol.

En un contexto de incremento en la demanda de estos productos y un valor internacional por demás atractivo, el polo de molienda sojero alertó por los faltantes de soja, ante el menor ritmo de venta de grano por parte de los productores. Según se desprende de estadísticas oficiales, en los primeros cinco meses de 2022, la venta de poroto a la industria por parte del campo cayó en 3,4 millones de toneladas. Si persiste este panorama, podría verse comprometido el ingreso de divisas a partir del segundo semestre de 2022, cuando finalice la cosecha de soja y maíz de la presente campaña de granos gruesos.