Los datos que proporcionó ayer el Indec entregaron una primera confirmación: el piso de la caída fue el segundo trimestre del año. También dieron una sorpresa, ya que los analistas esperaban que el repunte fuese un poco más moderado. El 3,9% que midió la variación trimestral sin estacionalidad, vino acompañado con mejoras en el consumo privado y el público, de 4,6% y 0,7%, respectivamente. Este rubro todavía no consigue recuperar los niveles previos al cambio de gobierno, pero muestra que tanto la sociedad como el Estado recuperaron capacidad de gasto frente al duro ajuste de la primera mitad del año.

El comercio exterior mostró un sendero positivo, pero con exportaciones más contenidas por el efecto de la caída de los precios internacionales de los commodities, y con importaciones creciendo gracias a la estabilidad cambiaria y la baja de aranceles implementada por el Gobierno. Las ventas al exterior se incrementaron 3,2% frente al segundo trimestre, y las compras, 9,1%.

Por el lado de la oferta agregada, nueve de los dieciséis sectores de actividad presentaron caídas en términos interanuales. Según el reporte de la consultora ACM, los que tuvieron mayor incidencia negativa en el índice general fueron industria manufacturera (-5,9%), comercio mayorista, minorista (-6,1%y construcción (-14,9%). Los sectores más dinámicos, en tanto, fueron los conocidos de siempre: agro (13,2% anual), minería (6,6%y hoteles y restaurantes, un segmento que con un incremento de 9% se sumó al pelotón de ganadores. Si el sector energético no se destaca todavía más, es porque parte de su actividad ya mostraba un comportamiento positivo en 2023.

Los economistas coinciden en que la recomposición de precios relativos y el ajuste de las cuentas públicas, ayudaron a corregir los desequilibrios macro pero a costa de un impacto muy duro en el primer semestre. La actividad, como era de esperar, repuntó de la mano del campo, la minería y la producción de petróleo y gas. La recuperación del salario real, todavía leve, fue lo que ayudó a darle impulso al consumo.

Hacia adelante, los números del Indec y algunos indicadores parciales, están empezando a crear un pronóstico menos duro para el conjunto de 2024. El consenso, que marcaba hasta ahora un retroceso esperado del PBI de 3%, tiene ahora números menores. Como sucedió con la inflación, las estimaciones más actualizadas ya empiezan con 2. Las locomotoras empujan, pero atención: el orden de los vagones altera el producto.

Director periodístico de El Cronista

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