El bloque de países conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se prepara para su 15ª cumbre en agosto y se plantea la posibilidad de cambiar la estructura y el tamaño del bloque al admitir nuevos miembros, como Irán y Argentina.
Los Ministros de Relaciones Exteriores de los BRICS se reunieron en Ciudad del Cabo para discutir temas clave que incluyen el fortalecimiento del multilateralismo, la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el comercio y las finanzas internacionales, las negociaciones sobre el cambio climático y los conflictos violentos.
Con un PIB combinado de 847 mil millones de dólares y una población conjunta de 133 millones de personas, Argentina e Irán agregarían un valor estratégico inmenso al grupo, fortaleciendo su caso para la desdolarización y promoviendo un enfoque Sur-Sur en la economía global a través del aumento del comercio, la transferencia de tecnología y las inversiones.
Los ministros de los BRICS también expresaron su preocupación por las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos y sus aliados a Rusia, y abogaron por una reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para hacerlo más democrático y representativo. Además, se discutió la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), con énfasis en la inclusión y representación adecuada de los países en desarrollo en las estructuras de dichas instituciones.
Sin embargo, algunos críticos señalan que el BRICS no ha logrado tomar una postura decisiva sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que plantea interrogantes sobre la coherencia y la influencia global del bloque. Para ganar credibilidad a nivel mundial, los BRICS deberán actuar de manera más decisiva y coherente en temas geopolíticos de importancia.