Esta semana el gobierno nacional instrumentó nuevas medidas orientadas a normalizar el mercado de cambios al disminuir el plazo de acceso a divisas al tipo de cambio oficial para importadores, ampliar el monto exceptuado de liquidación de exportaciones de servicios y eliminar prohibiciones para acceder a los mercados de dólares MEP y “contado con liquidación” (CCL).
“Una buena noticia pero con fuerte impacto en el balance cambiario. La mayor demanda por importaciones podría implicar unos 5000 millones de dólares adicionales, que se concentrarán en septiembre, octubre y noviembre próximo, meses en los cuales además habrá que pagar un remanente de las cuotas de importaciones del 25% de mayo-julio y las nuevas de 50%”, señala un informe de la consultora Invecq liderada por el economista Esteban Domecq.
“La incógnita entonces pasa por dónde saldrán los dólares. Los anuncios se dan justo en un momento en el que la dinámica cambiaria se alteró de manera notable y en donde las perspectivas hacia adelante tampoco son favorables”, advierte.
Basta con repasar algunos números: el Banco Central (BCRA) compró neto 14.400 millones de dólares durante enero-mayo de este año, pero vendió 47 millones en junio y 6,0 millones en lo que va de julio; las reservas netas internacionales cayeron 3500 millones de dólares en los últimos 30 días; la brecha cambiaria pasó de 20% en marzo-abril a 30% en mayo y 40%-45% en la actualidad (e incluso llegó a 50%-60% antes de los anuncios de intervención del BCRA).
“Si bien era esperable que el BCRA pierda reservas en el segundo semestre –estaba estipulado en el acuerdo con el FMI–, dicho período se adelantó y ahora los ojos se posan sobre los próximos meses. De no haber una recalibración del esquema cambiario, las reservas internacionales oscilarán en niveles sumamente bajos en lo que resta del año, lo cual atenta contra la eliminación de las restricciones vigentes”, apunta Invecq.
La posibilidad de un refuerzo político por parte del FMI luce muy lejana, especialmente en un contexto político en el cual es muy probable que el partido Demócrata de EE.UU. pierda las elecciones presidenciales de noviembre próximo ante una muy probable amplia victoria del candidato republicado Donald Trump.
La última “bala de plata” pareciera ser la esperanza de que ingrese al sistema un gran volumen de divisas con el blanqueo de capitales lanzado por el gobierno, algo cuya magnitud resulta extremadamente difícil de estimar.
“En conclusión, las nuevas medidas son positivas y van en la dirección correcta. Ahora bien, implican una mayor demanda y una menor oferta de dólares en el mercado de cambios en un semestre en el cual ya se advertía que el BCRA iba a perder reservas. Y, si bien el blanqueo aportaría algo de dólares, no modificaría la ecuación incluso siendo optimistas”, resalta el informe.
El próximo gran ingreso genuino de divisas se registraría recién hacia diciembre próximo con las agrodivisas generadas por la cosecha de granos finos (trigo y cebada). Pero para llegar a ese “puerto” faltan más de cuatro extensos meses.
Fuente: Bichos de Campo