Economía comunicó a las petroleras que deberán financiar las importaciones a 90 días. Ahora les pide a las automotrices que sus casas matrices las financien a 195 días, ya en la próxima gestión. Un alivio en las frágiles reservas del BCRA
Además, fuentes oficiales indicaron que a la falta de dólares por la sequía se le suma “una demanda que crece, por eso necesitamos ordenar el consumo de divisas”, informaron. Para sostener el argumento, aseguraron que la actividad económica sigue mostrando signos positivos. En marzo, el EMAE del Indec indicó que la actividad creció 1,3% interanual, 0,1% mensual y 1,5% en el acumulado del primer trimestre. “Crece la demanda de combustible 6%, y por lo tanto necesitamos reordenar el pago, no hay ninguna restricción”, informaron desde el equipo económico. Para las empresas, parte de ese incremento surge de la demanda en las ciudades fronterizas, producto de la brecha cambiaria y el atraso de precios, que aumentan 4% mensual.
En la misma línea, desde la Secretaría de Industria mantienen conversaciones con las terminales automotrices nucleadas en la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa). Uno de los pedidos del equipo económico es poder ampliar, aun más, los plazos de acceso a divisas. El acuerdo “tácito” en el uso del sistema importador SIRA establece que las automotrices acceden a divisas a los 120 días. Sin embargo, desde el Gobierno les están pidiendo extender ese plazo a 195 días, es decir, hasta después de las elecciones de diciembre.
La negociación sigue abierta y desde ambas partes saben que el peor escenario sería tener que parar una terminal de más de 1000 empleados. El Gobierno apuesta a que las compañías consiguen financiamiento a mayor plazo a través de su casa matriz. Sin embargo, en las empresas se preguntan “cuánto más van a soportar” antes de pedirles que recorten la producción. Desde cualquier empresa admiten que ante la poca oferta, y con una demanda que se sostiene, lo que se produce se vende.
Además, otro de los problemas de las empresas a las que se les extienden los plazos es calcular a qué tipo de cambio van a terminar pagando esas importaciones, mucho más si es después de las elecciones, con la oposición planteando opciones como unificar el tipo de cambio o dolarizar. A la clásica opción de “calzarse” en el mercado de futuros, hoy los CFO apuestan por estrategias más “sui generis”, como utilizar los pesos que tienen las grandes empresas, que no pueden dolarizarse, y prestarlos en el mercado a otras compañías con una actualización del estilo “dólar linked”. “Sobreadaptarse al contexto”, lo describen en el sector privado. Empresas que nada tienen que ver con un banco ya están teniendo en sus balances ganancias financieras por estos préstamos.
De todos modos, desde industria saben que no pueden extender los plazos para el caso de las autopartes, por tratarse de empresas con menos espalda. Hoy están en 30 días para autopartistas y en 45 días para partes de las terminales.