Luego de atravesar la mayor caída de importaciones del año, con un retroceso interanual de casi 30 puntos en agosto, el Gobierno continúa flexibilizando el sector comercial y el mercado se prepara para un “repunte” en septiembre, cuando se haga efectivo el descuento del 10% del impuesto PAIS y se despierte la demanda “rezagada”.
En simultáneo, luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anuncié un nuevo saldo favorable de la balanza comercial que asciende a 14.151 millones de dólares en los primeros 8 meses del año, el Banco Central (BCRA) bajó de 90 a 60 días, el plazo de acceso al MULC para el pago de importaciones de bienes suntuarios y automóviles.
En el mismo texto, la Comunicación “A” 8108 unificó en 90 días el plazo de restricción cruzada para operaciones de MEP y Contado con Liquidación que antes era de 180 días para títulos de legislación extranjera y 90 días para local.
Las últimas definiciones que buscan liberar el cepo que el gobierno mantiene para contener la pérdida de reservas oficiales, comenzarán a reflejar más presión sobre las finanzas públicas desde septiembre, por la reducción de la alícuota del impuesto PAIS que bajó de 17,5 a 7,5%.
El mismo efecto surtirá la facilitación para el ingreso de bienes de consumo que impulsó la Secretaría de Comercio con sectores estratégicos como el de bicicletas, cubiertas y rodados; balanzas, termómetros, taxímetros y otros instrumentos de medición o el caso de acero, aluminio y materiales para la construcción.
Doble filo
A la espera de los próximos datos oficiales, el sector de comercio internacional ya se regodea en la apertura y anticipa mayor incidencia de importación de bienes terminados, que experimentaron un derrotero continuó a lo largo del 2024, hasta registrar una caída interanual de 18,4% en el octavo mes del año.
En tanto, el rubro “Resto” que incluye bienes despachados mediante servicios postales (courier) anotó un desplome de 40,9%, en agosto, según el INDEC.
En el dato general, las importaciones sumaron u$s 4.800 millones, mostrando una caída del 29,8% anual en el octavo mes del año. Además, disminuyeron 10,1% mensual lo que se explica por la reducción en las cantidades importadas (-32,2% a/a).
“Podría atribuirse a la expectativa de la eliminación del impuesto PAÍS en septiembre”, marcó el análisis de la consultora LCG y destacó que en términos desestacionalizados, agosto fue el mes con menos importaciones del año.
Con aprobación “prácticamente inmediatas” las solicitudes en el Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) muestran una tendencia creciente en los últimos 3 meses señaló Eduardo Rotbard, titular de IntegraComex y destacó el incremento de bienes de consumo entre agosto y lo que va de septiembre.
“A la espera de que se instrumente la reducción del impuesto PAIS las pymes que pudieron postergaron la oficialización de importaciones para el mes de septiembre”, afirmó el especialista que procesa información del 25% de los CUIT registrados en el sistema.
Por eso, en relación al superávit de agosto, que rozó los u$s 2.000 millones, pese a que las exportaciones también cayeron en la comparación intermensual, desde LCG indicaron que “son buenas noticias, pero en parte es consecuencia de una baja actividad económica, y además hay que sumar el déficit por turismo y el pago de otros servicios e intereses en dólares”.
Lo anterior, deriva en un escenario donde la mayor apertura y las medidas para flexibilizar los distintos cepos al acceso al dólar oficial se volverán un arma de doble filo para la propia gestión del titular del Palacio de Hacienda Luis Caputo.
Bajo las señales que arroja el Gobierno, mientras el ingreso de divisas por exportaciones se sostendrá hacia el último cuatrimestre, las importaciones comenzarán progresivamente a ejercer más tensión sobre el manejo de las cuentas oficiales; “sobre todo si el dólar se sigue apreciando (o sea, si las tasas de inflación se ubican por arriba del 2%) y si el impuesto País para las compras de productos del exterior se elimina a fin de año”, marcó LCG.