La semana pasada, hubo protestas de productores de bananas frente a las embajadas de la Argentina en Bolivia y Paraguay. Hasta hace una semana, la deuda comercial total que mantenían las empresas que operan en la Argentina con sus proveedores o casas matrices del exterior alcanzó los US$54.000 millones. Los sectores afectados por los pagos al exterior son los insumos médicos, agrícolas, repuestos, textiles, tecnología y alimentos.

Argentina tiene congelados todos los pagos de importaciones por la AFIP. La Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CUCCE) está paralizada. Los pagos son autorizados por la Secretaría de Comercio, no obstante, estos están bloqueados por la AFIP.

Durante las movilizaciones le pidieron a las autoridades en esos países que se le exija a la Argentina el pago de las bananas que han enviado a este país, ya que viven una situación “angustiante”. Aseguran que el entorpecimiento en la falta de pagos se trata de una “estafa” del gobierno argentino.

Al respecto, el ingeniero agrónomo Oscar Peña Paniagua, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de la Banana y la Piña, señaló que «la situación ha agravado con retrasos en los pagos iniciales y plazos de pago de 180 días, dijo en Radio Tupambaé de Posadas.

Agregó que hace dos meses se han cortado los pagos y  explicó que la deuda se establece en dólares, pero el problema surge cuando los importadores argentinos depositan pesos en sus cuentas y solicitan la autorización de transferencia al Banco Central Argentino, que en muchos casos no autoriza la operación.

Por último señaló que la suspensión de las exportaciones ha sido una medida drástica tomada ante la incertidumbre en Argentina. “Se avecinan elecciones y se teme un quiebre del cambio o una equiparación del cambio oficial, lo que podría llevar a la quiebra de importadores y causar estragos en la industria”, concluyó.

Fuente: INFOBER

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