Los bloques económicos más importantes de Latinoamérica sellaron un Acuerdo de Reconocimiento Mutuo para sus programas de Operador Económico Autorizado, prometiendo reducir costos y tiempos para miles de empresas. España podría beneficiarse indirectamente de esta mayor integración.

En un movimiento calificado como estratégico para la integración económica latinoamericana, los bloques del Mercosur y la Alianza del Pacífico suscribieron un trascendental Acuerdo de Reconocimiento Mutuo (ARM) entre sus programas de Operador Económico Autorizado (OEA/OEC). La firma se llevó a cabo en el marco de la XXVII Conferencia Regional de Directores Generales de Aduanas de las Américas y el Caribe, celebrada en la capital salvadoreña los días 5 y 6 de mayo. El objetivo primordial: reforzar la seguridad aduanera regional y, al mismo tiempo, facilitar el comercio internacional de manera significativa.

Este ARM permitirá que las empresas certificadas como OEA en ambos bloques accedan a beneficios compartidos, lo que se traduce en una optimización de los procedimientos aduaneros, una significativa reducción de tiempos y costos operativos, y una mitigación de los riesgos logísticos en la cadena de suministro regional. Como ejemplo tangible, se estima que más de 570 empresas colombianas se verán beneficiadas directamente con esta medida, mejorando su competitividad en el escenario global.

Desde la Dirección Nacional de Aduanas de Uruguay, el acuerdo fue valorado como “un avance estratégico para optimizar la cooperación entre las administraciones aduaneras, reducir tiempos y costos operativos, mitigar riesgos logísticos y mejorar la competitividad de las empresas certificadas bajo estos programas”.

En sintonía, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) de Colombia destacó que la iniciativa “permitirá reducir tiempos y costos en procesos aduaneros, mitigar riesgos logísticos y aumentar la competitividad de más de 570 empresas colombianas”.

Durante el evento, Adriana Patricia Rojas López, subdirectora del Operador Económico Autorizado (OEA) de la DIAN, subrayó la trascendencia de la firma: “Con estas acciones, la DIAN consolida su liderazgo regional en materia aduanera y refuerza el papel del OEA como motor de confianza, seguridad y facilitación del comercio”.

Proyección y Futuras Adhesiones

El acuerdo implica la compatibilización de los programas OEA/OEC de ambos bloques, lo que en la práctica significa evitar la duplicación de controles y contribuir a un delicado, pero necesario, equilibrio entre la facilitación comercial y un control aduanero efectivo en toda la cadena de suministro regional.

Mirando hacia el futuro, se dio un paso más con la firma de un Plan de Acción Conjunto con la Aduana de El Salvador, orientado a la futura incorporación de este país centroamericano al acuerdo regional. Esta posible adhesión fue celebrada por la Dirección Nacional de Aduanas de Uruguay, que destacó que “representa un paso significativo hacia la consolidación de una red regional basada en la confianza mutua, la interoperabilidad y la homologación de estándares de seguridad y facilitación comercial”.

El Eco del Acuerdo en España: Oportunidades en el Horizonte

Si bien el acuerdo aduanero entre Mercosur y la Alianza del Pacífico es una iniciativa eminentemente latinoamericana, sus ondas expansivas podrían llegar a sentirse positivamente en la economía española. Aunque no sea signataria directa, España, con sus profundos lazos históricos, culturales y económicos con la región, se encuentra en una posición expectante ante esta mayor integración.

La armonización de los procedimientos aduaneros y la estandarización de los controles de seguridad entre estos dos gigantescos bloques comerciales suponen, en la práctica, una reducción de las barreras no arancelarias. Para las empresas españolas que mantienen flujos comerciales con estos países –exportando desde maquinaria hasta productos agroalimentarios, o importando materias primas y bienes–, esto se traduce en la promesa de un despacho de mercancías más ágil y en un entorno operativo más predecible y eficiente.

Pero las implicaciones podrían ser aún más profundas. Analistas y think tanks como el Real Instituto Elcano ya han señalado el potencial transformador si la Unión Europea, y por ende España, lograse capitalizar estos avances. La clave estaría en impulsar mecanismos de “acumulación cruzada” de reglas de origen y acuerdos de reconocimiento mutuo espejo de los europeos. Bajo este escenario, las estimaciones apuntan a un posible incremento del comercio bilateral de hasta un 70%. Esta perspectiva abriría las puertas a las compañías españolas para integrarse en cadenas de valor regionales mucho más amplias y competitivas, accediendo con mayor facilidad a un vasto mercado de más de 700 millones de consumidores en Latinoamérica.

Finalmente, en un contexto de mayor seguridad jurídica y facilitación comercial en la región, España podría ver fortalecida su capacidad para atraer inversiones y fomentar proyectos de cooperación técnica. Su experiencia y su rol como puente natural entre Europa y América Latina la posicionan favorablemente para aprovechar un entorno de negocios más integrado y dinámico al otro lado del Atlántico. La simplificación logística y la reducción de costos inherentes a este acuerdo podrían, por tanto, hacer más atractivas las operaciones para el tejido empresarial español con vocación internacional.

Fuente: Empresa Exterior

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