Cultivos, animales, recursos naturales, han visto semana a semana deteriorarse sus condiciones y entran a a las vísperas del invierno con un vendaval de pérdidas
“Sólo enfocándonos en estos cultivos -soja, maíz y trigo-, las pérdidas para el sector productor superan los US$ 14.140 millones”, indicó el trabajo de la Bolsa rosarina.
Según la entidad, en esta campaña agrícola 6,4 millones de hectáreas no serán cosechadas, ya sea porque fracasó la producción o porque ni siquiera llegaron a sembrarse, lo cual implica menor contratación de servicios y de trabajo y menor demanda de insumos, mientras que las 49,5 millones de toneladas perdidas entre los tres granos representan más de 1.700.000 viajes en camión que no van a realizarse, detalló la BCR.
Respecto a las exportaciones de estos tres complejos, los envíos estimados para esta campaña se ubicarían en US$ 21.740 millones, lo que implica una caída de US$ 13.950 millones en exportaciones respecto al ciclo anterior y de US$ 14.240 millones respecto a lo esperado al comienzo de las siembras de la cosecha gruesa.
En toneladas, las exportaciones netas estimadas perdieron un total de 38 millones entre lo proyectado al momento de la siembra y lo previsto a la fecha.
Del lado del complejo soja, las pérdidas de volumen exportado fueron calculadas de 4 millones de toneladas para el poroto a 2,8 millones; 8 millones menos de harina (20,6 millones); y una caída de 2 millones en el aceite (3,7 millones).
En contraposición, las importaciones temporarias de soja para apuntalar la materia prima que ingresa a las fábricas argentinas aumentarían a 7,9 millones de toneladas, aunque, incluso así, “el crush de soja tocaría en la campaña 2022/23 su nivel más bajo desde el ciclo 2008/09, con 29 millones de toneladas”, indicó la entidad.
Como consecuencia de la retracción en las exportaciones de granos y subproductos, se espera que el impacto sobre la recaudación de derechos de exportación resulte en una caída superior a los US$ 2.314 millones respecto a lo esperado al momento de la siembra, en tanto que se perderían otros US$ 3.742 millones en concepto de otros impuestos, incluyendo ganancias.
- De este modo, la sequía habría erosionado los ingresos del fisco estimados para la campaña en un total de US$ 6.056 millones, destacó el trabajo.
- Fuente: El Economista