El especialista en comercio exterior, Pablo Furnari, advirtió que la apertura de las importaciones plantea un desafío para el sector local y llamó a repensar la competitividad. Aseguró que una productora le contó que “el mismo jean que produce su empresa se vende a 200.000 pesos en un shopping y a 25.000 en la calle”
El experto en comercio exterior y asesor PyME, Pablo Furnari, analizó el escenario actual tras la flexibilización de las importaciones en la Argentina y señaló que, aunque todavía no se trata de una apertura total, ya se sienten impactos en distintos sectores.
Uno de los fenómenos más visibles es el auge de las compras en plataformas extranjeras como Shein. “Hace unos meses nadie sabía lo que era y ahora todo el mundo intenta comprar algo. Es una cuestión de precios, más allá de si lo que llega es bueno o malo. Esto plantea un desafío para el productor local, aunque todavía es algo incipiente”, explicó Furnari en diálogo con Los datos del día, por Radio Mitre Mar del Plata (FM 103.7).
A esto se suma un factor coyuntural, como la mala cosecha de algodón por cuestiones climáticas, que obligó a muchas empresas a importar insumos de mejor calidad desde el exterior. “Es oferta y demanda: nos estamos abriendo al mundo y si queremos participar, tenemos que empezar a convivir con estas variables”, agregó.
Para Furnari, la discusión de fondo es la necesidad de generar dólares genuinos. “Una de las formas más sanas es a través de la exportación. Pero para exportar también hay que importar, porque nadie te compra si vos no comprás. Por eso necesitamos reglas de juego claras”, afirmó.
Sin embargo, advirtió sobre los obstáculos que enfrentan las empresas argentinas. “La competencia llega con precios que parecen ridículos, pero acá tenemos dos grandes problemas: los impuestos y las leyes laborales. Incluso cuando pagás transporte internacional, derechos, tasas, IVA, adelantos, gastos portuarios y aduaneros, los productos importados siguen siendo competitivos. El problema no es la importación, sino qué pasa en la industria nacional para que algunos sectores estén tan caros”, subrayó.
En el plano productivo, el especialista apuntó a la necesidad de revisar los costos internos. “Una fabricante textil me decía que no le preocupa la apertura, porque el mismo jean que produce su empresa se vende a 200.000 pesos en un shopping y a 25.000 en la calle. La diferencia es la marca. Entonces, el desafío está en cómo posicionamos nuestros productos y en trabajar sobre la competitividad real”, señaló.
En último lugar, diferenció entre factores externos -impuestos y legislación laboral- y factores internos, vinculados con la eficiencia empresarial. “Muchas veces los industriales desconocen dónde están sus sobrecostos, porque la inflación lo tapó todo. Ahora, con menos inflación y más previsibilidad, es momento de mirar puertas adentro, afinar procesos y detectar ineficiencias”, concluyó.
Fuente: El Marplatense