Hacia el segundo semestre, busca unificar el tipo de cambio y flexibilizar las condiciones económicas, mientras mantiene el impuesto PAIS y apunta a fortalecer las reservas del BCRA
La apertura del cepo cambiario será en etapas, con prioridad para el pago de importaciones y con la vigencia del impuesto PAIS. Hacia el segundo semestre, el Gobierno soltará de forma gradual más dólares a las empresas que deban pagar insumos y bienes terminados al exterior. Para entonces también buscará la unificación del tipo de cambio. Pero otras transacciones que demandan divisas, como el pago de regalías y utilidades al exterior, seguirán bajo llave o se pospondrán con nueva deuda del Banco Central.
Esto reconstruyó Cenital de fuentes del equipo económico. Si bien el Ministerio de Economía negocia la llegada de dólares frescos -difícil que salgan del Fondo Monetario Internacional (FMI), como contó este medio-, las divisas irían a fortalecer las reservas del Banco Central y ayudarían a flexibilizar las condiciones, pero nadie piensa en una eliminación total de las restricciones en el corto plazo.
Con el inicio del gobierno de Javier Milei y el plan de ajuste de shock de Luis Caputo, el cepo cambiario se endureció antes de flexibilizarse. El impuesto PAIS a compras de insumos y bienes terminados en el exterior subió de 10% promedio a 17,5% unificado y se mantuvieron las percepciones a cuenta de IVA y Ganancias a importadores. El Gobierno hizo un “censo” de deuda de importadores y se registraron USD 42.600 millones, que en parte se consolidaron con títulos Bopreal del Banco Central, por unos USD 8500 millones. La Secretaría de Comercio implementó un esquema de acceso a divisas para el flujo de importaciones en cuatro cuotas, a 30, 60, 90 y 120 días. La Comisión Nacional de Valores (CNV) mantuvo las restricciones para operar dólares paralelos a quienes accedan al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Con la cancha limpia, el Banco Central comenzó a comprar dólares para recomponer reservas y pagar deudas. Las reservas netas aumentaron en más de USD 10.000 millones, una cifra similar a la nueva deuda con importadores. A los compromisos netos con el FMI (vence más deuda de los fondos que quedan ingresar) se suman los USD 5000 millones más intereses a saldar del swap de libre disponibilidad con China . El presidente del BCRA, Santiago Bausili, viajará a Beijing a fin de mes, con la canciller Diana Mondino, para renegociar esa deuda.
En ese contexto, el Gobierno comenzó de a poco a soltarles dólares a los importadores. Hace un mes, redujo a 30 días el plazo para las importaciones de la canasta básica, en un intento de bajar la inflación de alimentos. El 11 de abril, acortó el plazo de pago de bienes a 30 días para las pymes y les dio acceso al pago de anticipos para importar bienes de capital.
En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.
El siguiente paso será flexibilizar el acceso a dólares para grandes empresas. Será gradual. Primero acortará el plazo de pago para la compra de insumos y luego el acceso a divisas para bienes terminados.
También agilizará divisas a las pymes que deban pagar anticipos de importaciones, sobre todo a proveedores asiáticos que quedaron muy resentidos por la deuda comercial creciente de 2023 y que muchas empresas comenzaron a cancelar vía contado con liqui (CCL).
Estas mejoras en el acceso a las divisas llegarían para el segundo semestre, según las fuentes del equipo económico. Para entonces, el Banco Central ya debería haber pasado a terreno positivo en las reservas netas, si es que acelera la liquidación de la cosecha gruesa.
Mientras tanto, y a pesar de que el tipo de cambio se aprecia, la recesión contendrá las importaciones. En los últimos cuatro meses, las importaciones se mantuvieron debajo de los u$s 5000 millones mensuales, números históricamente bajos.
El Gobierno espera esos billetes -más los que puedan entrar con un repo con bancos u otro financiamiento- para unificar el tipo de cambio. En rigor, será una unificación algo engañosa: el acceso al dólar oficial seguirá encarecido por el impuesto PAIS. Pero se irían eliminando los dólares diferenciales, como el blend “80–20” para exportadores.
El ingreso de las divisas de la cosecha gruesa empalma con la liberación de las tarifas de servicios públicos. Por eso, el dólar oficial seguirá subiendo 2% por mes. Soltar el tipo de cambio irá a los precios. Recién después de que los productores vendan y pase el primer golpe de la inflación de servicios, Economía podría soltar el tipo de cambio. Apuestan a que, para entonces, el “ancla fiscal” ya haya moderado las expectativas de traslado a precios.
La cosecha ayudará menos de lo previsto. La Bolsa de Comercio de Rosario acaba de recortar sus estimaciones para los cinco principales cultivos a USD 29.300 millones, un 11% menos que en la proyección previa. “Si bien el volumen de producción aumenta un 60% interanual luego de la histórica sequía, el valor de las exportaciones del agro sube menos de la mitad, un 23%”, indicó. “Si bien esto implica una recuperación de USD 5.700 millones (desde la campaña previa), el valor de lo exportado por estos productos quedaría USD 1.700 millones por debajo del promedio del último lustro”, añadió.
La apertura del grifo cambiario para pagar regalías y utilidades al exterior “va para largo”, dijo una fuente oficial. Sin embargo, Bloomberg Línea detalló que el Gobierno compartió con inversores la posibilidad de emitir nuevos Bopreal para esa demanda de divisas, que podrían cambiarse por billetes en el mercado. Según la consultora Eco Go, el stock de utilidades no distribuidas se estima en USD 8000 millones. Una parte, aclaró, pudo haber sido reinvertida o despachada vía contado con liqui. La consultora Analytica estimó, para 2024, USD 3500 millones en dividendos para distribuir.