La reunión fue el último martes a la tarde en el Ministerio de Transporte. No sé puede decir que fue una reunión oficial, porque quien la encabezó, Federico Sturzenegger, aún no está nombrado ministro. Estarían esperando el regreso del presidente Milei. Pero el carácter del encuentro fue mucho más allá de una simple velada protocolar entre quien, se supone por lo que trascendió, que tendrá a su cargo el futuro de las empresas a privatizar, y los referentes del sector y responsables de las compañías. Dicen, quienes participaron de la reunión, que los temas excluyentes fueron Ferrocarriles y Aerolíneas Argentinas.
Sobre todo, respecto al poco avance en cuanto a la restructuración de las empresas como para prepararlas para su privatización.
Una de las propuestas que allí se barajaron – según trascendió – fue la posibilidad de unir a Aerohandling e Intercargo. Ambas empresas dedicadas a brindar el servicio de rampa, prácticamente monopolios, la primera para los vuelos de Aerolíneas y la segunda para todas las aerolíneas, nacionales o extranjeras, que operan en la Argentina, con excepción de American Airlines que gracias a un amparo presentado cuando se privatizó Aerolíneas se brinda su propio servicio.
La otra empresa que tendría handling propio en Ezeiza es Flybondi que con todo gusto se lo auto brindaría también en Aeroparque, donde tiene la mayor parte de la operación, pero para eso necesita el OK de las autoridades.
¿Cuál sería el objetivo de una fusión entre Aerohandling e Intercargo? ¿Quién quedaría? Supuestamente la que sobreviviría sería Intercargo, lo que hace ruido con la propuesta de privatizarla o de abrir el mercado para que otras compañías ingresen al mercado y romper de esa manera el monopolio. El problema es siempre el riesgo de que quienes ingresen ofrezcan el servicio en aquellos aeropuertos con más movimiento y queden sin asistencia aquellos con uno o dos vuelos por día o escasos tres por semana.
La posibilidad de transferir todo lo que hoy implica Aerohandling en la estructura de Aerolíneas también tiene sus bemoles. Si bien el objetivo sería reducir los costos de la línea aérea estatal, que se desprendería de una estructura y de personal distribuido a lo largo del país (se supone que pasarían a ser empleados de la Intercargo que quede), lo concreto es que después la aerolínea debería terminar contratando los servicios de una o varias empresas y hasta es posible que brindándose así mismo el servicio en aquellas escalas con escasos vuelos. En definitiva, que lo que se ahorraría por reducción de estructura lo terminaría pagando por contratos de servicios. Habría que hacer muy bien los números.
Un tema que quizás no tuvieron en cuenta es que la empresa resultante sería un monopolio mayor aún, capaz de general en caso de un conflicto gremial un parate total de la aviación en la Argentina. Ahora, por lo menos, si para Aerolíneas, el resto de las compañías nacionales o extrajeras podrían seguir volando y viceversa si la que para es Intercargo. Un dato no menor, por eso esta idea se la atribuyen a Mariano Recalde, es que gran parte del personal de base de Aerohandling y casi todo el de Intercargo proviene de las filas de La Cámpora
Si bien no hay nada decidido, lo que se espera es que con la llegada de Sturzenegger al gabinete los procesos de privatizaciones, como de reformas de las empresas públicas, se aceleren.
Es posible que Aerolíneas no pase a depender del nuevo ministerio, sino que dependa de Trasporte o Jefatura de Gabinete, pero la llegada del autor del Decreto de Necesidad y Urgencia(DNU) firmado por Milei al inicio de su mandato, seguramente influirá enérgicamente en lo que se decida “en” y “con” la empresa.
Es posible que la injerencia de alguien cuya misión es desregular, genere diferencias con la conducción de las empresas. Por ahora, y pese a los trascendidos de esta semana, no habría cambios en la dirección de las mismas.
Fuente: Aviacion News