El BCRA acumuló compras por USD14.000 millones desde mediados de diciembre hasta la semana pasada. Analistas destacaron que este récord se dio por las restricciones en el acceso a dólares para insumos y la caída en la actividad que desplomó la demanda de importaciones
El BCRA llegó a fines de abril con compras por USD14.000 millones desde mediados de diciembre. Sin embargo, la recesión y las restricciones importadoras explicaron buena parte de esa acumulación de divisas. De hecho, entre diciembre y febrero, la deuda comercial aumentó USD9.200 millones, un 65,7% del total de divisas conseguido desde el arranque de la gestión del presidente Javier Milei. Hacia adelante, sin fondos frescos del FMI, el Gobierno puso sus expectativas de conseguir dólares en la cosecha gruesa, mientras que el campo sigue de cerca la pérdida de competitividad del tipo de cambio, que se mantiene en un crawling del 2% mensual.
La autoridad monetaria mantuvo la racha positiva y en lo que va del mes consiguió USD2.600 millones, mientras que en año acumuló USD11.100 millones. Desde la llegada de Milei, el BCRA acumuló USD14.000. En ese marco, la consultora LCG señaló que, a priori, “la meta de recomponer USD9.200 millones de reservas netas al cierre del segundo trimestre estaría ya cumplida“.
De todos modos, los cuestionamientos se abrieron de cara a los próximos meses. LCG hizo hincapié en ciertos “reparos en cuanto a la dinámica virtuosa” del BCRA, porque “buena parte de la acumulación de reservas desde que inició la gestión obedece al hecho de haber limitado el acceso de los importadores al MULC en paralelo con un desplome significativo de las importaciones a partir de la caída de la actividad“.
“En efecto, en tres meses (diciembre, enero y febrero) se pagaron apenas 29% de las importaciones, lo que dejó un aumento de la deuda comercial de USD9.200 millones“, destacó la consultora. Este número, que todavía no toma en cuenta la deuda comercial de marzo y lo que va de abril, representó un 65,7% del total de USD14.100 comprado por el BCRA hasta el jueves pasado y “puso en evidencia la fragilidad del resultado mostrado”.
Además, más allá de la suba en la deuda flotante, también hubo una caída en las importaciones a causa de la recesión. Según el Indec, las compras al exterior en marzo cayeron un 36,7% interanual, el porcentaje va de la mano con la baja de la actividad, la contracción del consumo por pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación y los resultados negativos en la producción de los últimos meses. Las empresas redujeron la demanda de dólares para comprar insumos en el exterior.
En esa línea, LCG subrayó que, para adelante, “el Gobierno seguirá dependiendo de la posibilidad de comprar los dólares de cosecha para engrosar las reservas”. Y anticipó: “Dado que estos últimos son los sectores generadores de divisas para el país, no descartamos que el Gobierno deba recurrir a nuevos endulzantes para el sector al estilo de un cambio en los porcentajes del dólar blend, nuevas reducciones arancelarias sobre insumos o hasta una nueva corrección cambiaria”.
En ese sentido, las consultoras vienen advirtiendo por el atraso cambiario que genera el crawling peg al 2%. El jefe de Research de Romano Group, Salvador Vitelli, señaló al respecto: “Si el oficial siguiera el camino planteado por el Rofex y la inflación fuese la planteada por el REM, el dólar oficial se estacionaría, a precios de hoy, en torno a los $730. Es decir, un 16% abajo versus el dólar actual”.
Desde LCG remarcaron que “la curva de los contratos de futuros del dólar en el Rofex descuentan que no habrá una corrección brusca”, dado que “las posiciones de mayo y junio reflejaron tasas implícitas del 4% mensual y las más largas se estiran hasta 6% mensual. A fin de año, el dólar se negocia a $ 1.276 (47% respecto de hoy)”.
Por Julieta Romero (Bae negocios)